Desde que Juliana Awada empezó a estar en los medios por ser la mujer de Mauricio Macri, su look llamó la atención y comenzó a cosechar elogios. Pero lo que ya se comentaba a nivel nacional, ahora que su marido se convirtió en el Presidente, pasó a ser un tema internacional: la edición estadounidense de la revista Vogue la puso en la lista de las “mujeres mejor vestidas” del mundo, le dedicó varias páginas a su estilo y la colocó nada menos que a la altura de Jackie Kennedy y Eva Perón.
Deslumbrante, chic, femenina y elegante hasta en su estilo más casual. Esos son algunos de los elogios que ha cosechado Awada en el mundo de las tendencias y la moda. En el perfil que Vogue publicó sobre ella, la describió como una mujer que mantiene una “sutil elegancia”, “cool” y “más allá de lo sartorial”.
Amante los colores claros, y del blanco en especial, que le sientan muy bien a su piel morocha, la primera dama se muestra elegante tanto en jeans y zapatillas como con un vestido de gala. Siempre con elecciones adecuadas a la ocasión, la simpleza de su estilo despojado –no usa joyas, peinados producidos ni brillos o escotes destacados- es uno de los puntos en común tanto para el día como para la noche.
Sus conjuntos van más a lo clásico en cortes y colores, prefiere los pantalones a las faldas –palazzos y chupines de tiro alto y al tobillo, pueden ser de jean o de telas finísimas-, elige vestidos sobrios casi siempre con transparencias y puntillas, el pelo suelto y al natural o atado en una cola de caballo, el maquillaje muy sobrio y casi imperceptible, y la comodidad ante todo, que le permite verse siempre relajada y fresca.
Otra clave de su look: no usa prendas demasiado ajustadas ni demasiadas texturas. Y el detalle que llama la atención: no copia a nadie, mezcla marcas y es súper personal. Por eso, ya todos hablan del look Juliana Awada.