Texturas:
El terciopelo, el cuero y la lana van a seguir presentes y no pasan de moda, sobre todo si optamos por prendas lisas en colores que no sean estridentes. A través de las texturas podemos lograr un aspecto chic sin necesidad de invertir demasiado y con la posibilidad de múltiples combinaciones.
Estilo retro:
La estética setentosa que observamos este invierno no perderá protagonismo en verano y tampoco en el próximo invierno. Se la puede incorporar en detalles como estampas, incluso en accesorios que podemos usar en épocas de transición en cuanto a clima. Dentro de esta tendencia, podemos invertir en un blazer, un vestido o una falda.
Chaquetas y blazers:
Nunca pasan de moda y nos permiten dar cierta sofisticación a un atuendo descontracturado. Elegí los modelos que se adapten a tu cuerpo y tené en cuenta el ancho de las solapas para que guarde armonía con tu contextura. Si tenés bastante busto, será mejor optar por un modelo con una fila de botones que comience debajo del busto.
Prendas con transparencias:
Si bien se apuesta a una estética minimalista y cómoda, los detalles femeninos siguen estando presentes y en este sentido, las transparencias, incluyendo calados, continuarán de moda. Toda transparencia llama la atención en la parte del cuerpo en que se coloca así que deberíamos procurar que esté no sólo en partes que nos favorezcan sino en zonas en las que deseemos que todas las miradas se centren.
Calzado deportivo: las zapatillas están para quedarse y se siguen combinando con prendas informales -pero no deportivas-, así que son una buena opción para aprovechar en las liquidaciones. Si tu estilo es más clásico o femenino, quizás puedas animarte a una prenda deportiva combinada con tacos altos, como los joggers, que también están para quedarse.
Asesoró: Lic. Laura Malpeli de Jordaan, Master en Asesoría de Imagen certificada por CMB y directora de Directora de Styletto (www.styletto.com.ar)