Esta casa del barrio madrileño de El Viso fue proyectada en los años treinta por Fernando García Mercadal y reformada por Luis Martínez-Feduchi en los cincuenta, ambos reconocidos profesionales. “Su ubicación en uno de los pocos barrios racionalistas de viviendas tipo ’ciudad jardín’ que existen en Madrid le otorga a esta vivienda unifamiliar un alto interés arquitectónico y urbano”, definen los arquitectos Belén Moneo y Jeffrey Brock.
Ellos decidieron una nueva remodelación de la casa para transformarla en su propio hogar. Se enfocaron, entonces, en preservar y destacar los elementos originales de su arquitectura racionalista, y en darle un estilo contemporáneo a través de un diseño de mobiliario y propuestas de interiorismo novedosas y coloridas.
En el interior mantuvieron los marcos redondeados de las ventanas, el piso de madera y la escalera. Otro elemento que se preservó es la forma redondeada de las aristas de yeso en el interior. Este detalle hace que el espacio se vuelva más suave al incidir la luz de una manera sutil y difusa. En el exterior, los arquitectos conservaron la volumetría original, compacta y simple.
Con el fin de hacer la casa más eficiente energéticamente, las carpinterías de acero (idénticas a las utilizadas en la Bauhaus) se restauraron y ajustaron para poder sustituir el vidrio simple por un vidrio con cámara de aire.
Según los arquitectos, la intervención adecúa el programa de los años treinta al de una familia actual, tanto desde la perspectiva de la arquitectura como del interiorismo. El cambio de hábitos implicaba subir la cocina del semisótano a la planta de entrada junto con el comedor y el estar. “Conservamos en el semisótano un dormitorio con baño, un garaje y una biblioteca”, detallan.
En el primer piso se mantuvieron los tres dormitorios y dos baños, y en la planta superior, la pareja dispuso un cuarto de juego para sus dos hijos y un pequeño estudio. De esta forma, los usos principales de la vivienda se concentran en dos plantas.
“Nuestra propuesta para la planta de entrada fue convertirla en un espacio diáfano tipo ‘loft’”, señala Belén (hija del reconocido arquitecto Rafael Moneo). Para ello hubo que retirar los tabiques que dividían el comedor de la sala de estar y dejar expuesta una columna metálica situada junto a la escalera. También decidieron relacionar mejor los espacios de comedor y cocina mediante puertas translúcidas. En la escalera se mantuvo la baranda con estilo Art Deco y un lucernario en forma de ojo de buey.
“A través de nuestros diseños de mobiliario de metacrilato aportamos color y modernidad a la intervención, conjugando y contrastando el pasado y el presente de forma inesperada”, acotan los autores.
El biombo “Plexijazz” separa el hall de entrada de la vivienda del comedor, cuyo elemento central es la “Pleximesa”, ambos de plástico. La entrada de luz natural destaca la transparencia y el color vivo del metacrilato de estos muebles, y de los otros diseños nuestros que complementan el conjunto, como la estantería “Chromodular” o la mecedora “Ribbin Rocker”. La chimenea “Articulare” fue diseñada específicamente para este lugar en la casa.
Los dormitorios cuentan con una decoración colorida reforzada por mantas de textiles peruanas y las mesas de noche “Cube-rick” de metacrilato en colores ácidos. Separado por un vestidor se encuentra el baño principal asociado al dormitorio, cuyos lavabos y elementos auxiliares son parte de la serie Frontalis, diseñada por Rafael y Belén Moneo para Roca.
“Hemos querido usar a diario todos nuestros diseños en esta, nuestra propia casa, para poder confirmar su funcionalidad”, aclaran los arquitectos. También han empleado materiales novedosos para comprobar su efectividad y testear sus características en condiciones reales, como por ejemplo en la cocina. Es el caso del cristal espejado de las puertas de los armarios o del cristal con film reflectante de la cocina.
El cuarto de juegos, también diáfano y con acceso a una terraza, tiene el techo y las paredes revestidos con madera OSB. Allí los arquitectos diseñaron un sistema de almacenaje con contenedores de plástico usados en el campo para recolección de fruta.
Finalmente, el sótano se ha convertido en una biblioteca espaciosa, con buena luz gracias al ventanal que da a un generoso patio inglés conectado con el jardín.
EL ESTUDIO
Moneo Brock es una firma internacional de arquitectura, planeamiento y diseño, cuyos titulares son los arquitectos Belén Moneo (Harvard, 1988) y Jeffrey Brock (Princeton, 1985). “Como profesionales comprometidos con las soluciones sustentables creemos que la arquitectura debe mejorar el medio en el que vivimos”, aseguran. Han completado proyectos de escalas variadas, tanto públicos como privados, y su trabajo ha sido extensamente publicado en diversos medios internacionales. En 1993 fundaron Moneo Brock en Nueva York y desde 2002 el estudio abrió su oficina principal en Madrid. Más información: http://www.moneobrock.com/es
Texto: Arq. Paula Baldo
Fotos: Moneo Brock