Para el día, la noche, la oficina o el paseo. Los blazers son ya un clásico del vestuario femenino desde que en la década del 50 y 60 empezaron a imponerse en un estilo masculino. Pero hoy, hay cientos y cientos de modelos distintos que lo convierten una prenda tan versátil como el jean y tan personal como un vestido. Todo depende de lo que elijas.
Algunos tips para usarlos:
- Color
Para empezar hay que ir por el negro, el cásico de clásicos y el más versátil: va con un look elegante y de noche, pero también va con zapatillas de día. Si no te gusta el negro, otros colores comodín, que permiten múltiples combinaciones, son nude, camel o azul marino.
- Estampas y texturas
A la hora de elegir un blazer estampado, sea floreado o cuadrillé, hay que saber que su uso será mucho más limitado que el de uno liso y las posibilidades de combinarlo, muchas menos. Pero los estampados tienen gran personalidad y alcanzan para vestirte divina con apenas un jean y una remera o camisa lisa.
- Cortes
Quizá lo más difícil es elegir cuál es el corte para cada mujer. Lo bueno, y lo malo a veces, es que hay todas las clases de largos, entallados, formas, cierres y estilos. Ahí se trata de una cuestión de gustos y también de cuerpos: los oversized son mejores para las más flacas y los entallados y cortos que realzar las curvas. Si tenés el torso corto, te conviene elegirlos un poco más largos para estilizarte y si tenés hombros angostos, evitá las solapas extremadamente anchas.