Llegamos a las corridas, el fin de año nos apura, pero siempre nos hacemos tiempo para que la mesa de las Fiestas sea diferente, colorida y alegre, para celebrar la Navidad y esperar al Año Nuevo. No hay necesidad de grandes inversiones, sino de aguzar el ingenio y apelar a la creatividad para que armemos una mesa inolvidable. Para ello, tener en cuenta:
– Las velas son un valor seguro. Es conveniente que no tengan aroma, para que no interfieran con los sabores de la comida.
– La vajilla disponible es una gran aliada. Si quedaron apenas un par de copas de un antiguo juego familiar, tranquilamente se pueden usar para la deco de estos días.
– Si revisamos alhajeros y cajones, encontraremos todo tipo de adornos que nos pueden servir para decorar la mesa. Por ejemplo, bijouterie en desuso tranquilamente puede usarse como servilletero, o para decorar un centro de mesa.
– La clave está en elegir un motivo y seguirlo en toda la deco. Por ejemplo, se puede unificar por el color, el estilo (moderno, antiguo, vintage, tecno) o los materiales (todos naturales, solo metales y vidrio) y entonces, aunque se mezclen objetos, el todo es armónico, porque hay un hilo conductor.
– Mucho, muchísimo cuidado con las velas encendidas. Conviene no combinarlas con materiales inflamables, para evitar sustos. Además, nunca se deja una vela encendida sin supervisión. Se dejan con llama mientras hay gente alrededor; si no, se apagan.
Texto: Florencia Romeo.