Tiger eye: inspirada en las formas y tonos de la naturaleza, esta tendencia que lleva su nombre por la piedra semipreciosa del mismo nombre tiene la particularidad de destacar un “rayado” de mechones amarillos, dorados y marrones.
Baby Blonde: se viene usando desde hace agunos años y también fue furor en los 90. El rubio bebé es muy claro, casi blanco, platinado aunque puede ser un poco también más oscuro. La clave de este año, y la diferencia, es que no se usa más con raíces. Ahora la coloración es apreja.
Nude: es el color ideal para las que ya vienen del rubio y se cansaron. Es un tono un poco más oscuro, que dependerá de los tonos de cada mujer. Porque no es un color: es la idea de lo natural llevada al cabello, por lo que en cada caso será diferente, de acuerdo con su piel y sus ojos.
Bronde: tampoco es nuevo pero sigue de moda. Es un tono que navega entre el castaño claro y el rubio oscuro. Ya tuvo mucha popularidad en Hollywood, en las pasarelas y en la Argentina, porque es un color que va muy bien con el promedio de las rubias-castañas.
Chocolate mauve: las viejas y siempre bien recibidas mechas son la clave de esta tonalidad que prefieren y eligen las castañas y castañas oscuras. Y de lo que se trata es de mantener como base el tono natural –el nude que le corresponda a cada una- e iluminarlo con mechas. Pero ya no con mechas rubias, sino violetas y rosadas que dan un brillo especial a la cara.