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20 de marzo, 2017

Secretos de juventud: cómo cuidar las pieles después de los 40

Comidas, ejercicios e hidratación por fuera y por dentro son los tres pilares del cuidado de la piel toda la vida, pero en especial entre los 40 y los 50 años.

 

ALIMENTACIÓN      

Alimentación rica en vitamina a,b y c, ya que poseen antioxidantes que ayudan a reparar la piel. ¿Donde encontramos estos ingredientes? Vitamina A: leche, zanahoria, brócoli, espinaca, melón, calabaza; Vitamina B: pescado, hígado, garbanzos, lentejas, soja, semillas de sésamo y girasol, manzana, naranja y sandía, entre otras; Vitamina C: naranjas, kiwi, pimientos rojos, perejil, kiwis, brócoli, grosella, coles de bruselas, pomelo, mandarinas y frutillas.

Uvas, melón, naranjas, tomates, pepinos, cebolla, pimientos verdes y apio ayudan a hidratar la piel mientras que el consumo de sardinas, ostras, germen de trigo y semillas de calabaza son ricos en zinc lo que ayuda a reparar los daños de la piel, como la descamación y picazón.

Los alimentos que tienen azufre promueven la formación de la queratina y el colágeno, los cuales mejoran la firmeza y elasticidad de la piel, la mantienen hidratada, suave y flexible. En este grupo encontramos mango, pomelo, espinaca, espárragos, huevos, cebolla y ajo, entre los más destacados.

Mientras que los ácidos grasos Omega-3 que se encuentran en el pescado de aguas frías pueden ayudar a que la piel sea menos sensible a los rayos ultravioleta, además el consumo de pescado, mantienen la salud de la piel

EJERCICIO

Caminar, correr, nadar y cualquier otra actividad aérobica también ayudan a la belleza de la piel. ¿Sabías que hacerlo 40 minutos tres veces por semana es suficiente? No sólo fortalece el corazón sino que además reduce el riesgo de enfermedades, mantiene el peso, ayuda a prevenir la demencia, aumenta la energía y equilibra el humor.

Otra actividad que colabora con la oxigenación de la piel es la meditación –y las actividades que involucran la respiración-: con una mayor oxigenación, una mayor coherencia entre los dos hemisferios cerebrales y una mejor relación con el mundo de tus deseos, por ejemplo. No olvidemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo y que contiene todas las terminales nerviosas. Así que cuando una persona medita y ordena su sistema nervioso, la consecuencia inmediata es que la piel mejore. Está comprobado científicamente que los cerebros que meditan tienen más armonía entre sus hemisferios que los que no. Lo que significa que el cerebro se mantiene más joven.

HIDRATACIÓN

El agua es el mayor responsable que la piel se mantenga tersa y radiante, puesto que las arrugas se pueden prevenir -en parte- con una correcta hidratación tanto interna como externa. Si usas productos cosméticos pero no tomás la suficiente cantidad de líquido, el resultado no será el mismo.

 

Fuente: Viví Avene