LA RESERVA DE CAZA SELOUS
Es una de las reservas cinegéticas y faunísticas más grandes del mundo, situada al sureste de Tanzania. El nombre dado a la reserva se puso en honor de Frederick Selous, famoso cazador inglés que murió en 1917 combatiendo a los alemanes durante la Primera guerra mundial. La reserva fue declarada lugar patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1982 debido a su gran biodiversidad y a sus parajes de naturaleza intacta.Comprende un área que se extiende a lo largo de 54.600 km², siendo su sector Norte donde se centraliza en aun poco turismo que se realiza en este espacio protegido.
PARQUE SERENGETI
Los masai lo bautizaron como Siringet o «lugar de las llanuras infinitas», expresión que define perfectamente el paisaje. Está situado entre las tierras altas del Ngorongoro, el lago Victoria y el Masai Mara, en Kenia. El paisaje está determinado por los kopjes (grandes rocas graníticas). Uno de ellos, el monte Naabi, delimita la entrada principal del parque, que está compuesto de diversas zonas, cada una con una vegetación característica: – En el sur, al pie de las montañas del Ngorongoro, la hierba es corta – En el centro se halla el paisaje típico de sabana africana, con bosques de acacias. – Al oeste hay una región de suelo fértil y oscuro y de bosques. – Al norte hay una zona de gran humedad, debido a los ríos Grumeti, Bogonja y Mara y sus afluentes. Aquí habitan unos tres millones de mamíferos, de los cuales la mayoría toma parte en la migración anual a Kenia, impresionante, sobre todo, en las grandes manadas de ñus. Se produce cuando los herbívoros van en busca de hierba fresca, escasa durante la estación seca, entre mayo y noviembre. El regreso coincide con la época de lluvias débiles de diciembre y con la época de cría, que suele comenzar en enero. También es uno de los mejores lugares para ver guepardos, además de gacelas de Grant y Thompson. También leones y leopardos, que se encuentran, principalmente, en el valle de Seronera, en el centro del parque.
MONTE KILIMANJARO
Alta cúspide de nieves eternas, fue durante siglos mito para los masai y la chagga y sueño de exploradores y aventureros. Los primeros en escalar sus 5.896 metros fueron los alemanes Hans Meyer y Ludwig Putscheller, a finales del siglo XIX y, desde entonces, muchos son los que quieren llegar a su anhelada cumbre. Hielo y fuego le han dado forma y sus base ocupa unos setenta kilómetros de longitud. Los flancos se hallan rematados por dos cimas: al este Kibo, con un casquete de hielo permanente, y al oeste el Mawnzi, que enmarcan la verdadera cumbre, el pico Uhuru. Alberga una completa variedad de zonas de vegetación, desde los pastos del pie de la montaña, pasando por el bosque tropical, el prado alpino, el desierto alpino y el glaciar, por encima de los 5.000 metros, donde una de las pocas formas de vida es la Helichrysum Newii, la flor más alta de la tierra. Los que decidan subir tienen que tener en cuenta que los mejores meses son enero, febrero y septiembre, seguidos de junio, agosto, noviembre y diciembre. Es necesario llevar el equipo adecuado, con buenas botas, saco de dormir, prendas de abrigo y protección solar, además, conseguir el permiso que se obtiene en la entrada del Parque.
LAGO TANGANIKA
Es el lago más largo del mundo, con 677 kilómetros, y el segundo más profundo. La antigüedad del agua de su fondo (20 millones de años) y su aislamiento hace que en él vivan seres únicos, como la cobra acuática oriental. Es frontera natural entre la República Democrática del Congo y Tanzania, y al sur limita con Zambia. En su costa se sitúan: – La ciudad de Ujiji, lugar donde Stanley encontró a Livingstone, que fue un importante enclave en la antigua ruta de las caravanas. La influencia árabe se deja notar en las casas estilo swahili, las puertas labradas y una población en la que abundan los musulmanes. Tiene un puerto muy pintoresco, con canoas amarradas y nenúfares. – Kigoma, tranquila ciudad, cuya calle mayor está rodeada de mangos y jazmines. Desbancó a Ujiji como ciudad comercial cuando los alemanes trajeron hasta aquí la vía férrea en 1914.
PARQUE NACIONAL DE ARUSHA
Pequeño Parque de apenas 137 kilómetros cuadrados, es uno de los más bellos lugares de África oriental, aunque es poco visitado. Enmarcado entre el Kilimanjaro y el monte Meru, ofrece bosques de montaña, grandes claros y lagos de aguas alcalinas. En él se pueden ver gran cantidad de especies animales como leopardos, hienas, jirafas, cebras, hipopótamos, antílopes y facoceros. De especial interés son los lagos Momella, donde conviven numerosas aves como garzas, pelícanos y flamencos. En este parque se sitúa el Monte Meru, volcánico y de crestas y picos montañoso. Su cráter, cuyo suelo permanece escondido por el bosque mucho más debajo de la cumbre, está rodeado de árboles llenos de líquenes. Se levanta respaldado por una imponente pared de 1.500 metros de altura, auqneu la ascensión es sencilla y sólo lleva tres o cuatro horas. Se pueden ver elefantes y búfalos, además de bellos antílopes.
LAGO MANYARA
Parque con sólo 330 kilómetros cuadrados que quedó inmortalizado en la obra de Hemingway Las verdes colinas de África yace en una de las depresiones del valle del Rift. La entrada se hace pasando por la aldea de Mto Wa Mbu, enclave que vive prácticamente de las reparaciones de coches. En esta típica aldea africana hay además un interesante mercado y peculiares cafés. Además es el único lugar de África en el que se hablan las cuatro lenguas madres, que tienen su raíz en el bantú, el khoisan, y las lenguas cushítica y nilótica. Ofrece una gran variedad de fauna africana como leones (se dice que les encanta reposar en las ramas de las acacias) jirafas, elefantes, búfalos e hipopótamos. También abundan los flamencos y muchas clases de pájaros. En él, además de contemplar a los animales, se suele visitar: – Los oscuros bosques de aguas subterráneas. – Los bosques de Acacia Tortilis. – El lago de aguas alcalinas. – Los manantiales de agua caliente, situados en el fondo del parque.
CRATER DEL NGORONGORO
Uno de los lugares para ver animales salvajes, que viven en un paisaje de veinte kilómetros de grandes llanuras, bosques y lagos protegidos por una barrera natural de seiscientos metros de altura. Este volcán apagado hace millones de años era territorio masai, tribu que perdió el derecho a vivir aquí en 1958, aunque siguen conduciendo sus rebaños en la zona hasta el lago Mayaoi. Debido a que la vegetación es muy baja, se pueden divisar leones, los preciados rinocerontes negros, hienas manchadas, elefantes, ñus, cebras, búfalos, gacelas, jabalíes verrugosos, etc. Viven en perfecta armonía natural, sin falta de agua o comida, tal y como se supone que lo hicieron hace millones de años.