Una guía con diez claves para que no cometas errores cada vez que vas al shopping. Anotala y andá:
#1. Comprar la moda o tendencia de la temporada: Así que ¡ojo con las tendencias! Pensá bien en si es algo que va con el resto de tu guardarropas, con los lugares y eventos a los que vas, con lo que favorece a tu cuerpo.
#2. Comprar zapatos apretados o grandes: es un error muy clásico dejarse llevar porque nos encantaron o porque ya los habíamos visto y los queríamos, entonces aun cuando no nos quedan cómodos, los compramos.
#3. Cambiar el estilo porque cambiaste de peso: Si recién bajaste o subiste de peso, no tenés por qué cambiar el estilo: a veces es mejor mantener el estilo y bajar o subir el talle hasta ver si queremos cambiar a otro tipo de ropa.
#4. Comprar apurada: cuando vas con poco tiempo al shopping lo que va a pasar es que termines gastando en cosas que no necesitás o en cosas muy parecidas a las que ya tenés pero que no siquiera te gustan tanto.
#5. Llevarte algo que con un “pequeño arreglito” te va a quedar bien: lo más probable es que nunca le hagas “el arreglito” o que no quede tal como te lo imaginabas.
#6. Comprar mucho y barato, o mucho porque es barato: es mejor gastar lo mismo en pocas pero buenas prendas que comprar mucho y barato que no te gusta.
#7. Tirar los tickets de compra: ¡Nunca! Es muy común salir de una tienda pensando en que estamos convencidas de lo que compramos, pero que al llegar a casa y probarlo al día siguiente, te des cuenta de que no te gusta. En general tenés 30 días
#8. No revisar la política de cambios del local: no todos los locales tienen las mismas condiciones de cambio ni políticas de devolución. Algunas prendas incluso pueden tener condiciones diferentes. Siempre es mejor preguntar.
#9. No combinar con lo que ya tenés: quizá lo ideal sería analizar primero tu guardarropa para después ir a comprar. Vas a encontrar nuevas combinaciones y hasta por ahí te des cuente de que eso que te ibas a comprar, ya lo tenías.
#10. ¡El consejo infalible! Cuando estés en el probador con la prenda puesta, pensá: ¿Te dan ganas de dejártela puesta ahora en lugar de lo que tenés puesto o te la pondrías esta noche para salir con tus amigas o tu pareja? Si no ahora ni esta noche o mañana es la ocasión para usarlo, puede que nunca lo sea.