Cadaqués
Este pueblo pesquero fue fuente de inspiración para el genio Salvador Dalí. Su historia fascinante se refleja en su arquitectura. Además de la Casa-Museo de Salvador Dalí hay varios edificios modernistas. Su casco histórico es un laberinto de callejuelas empedradas y edificios pintados en tonos blancos con detalles azules y flores de Santa Rita que enamoran. Un lugar que aún disfruta de un ambiente sofisticado y bohemio, con eventos y fiestas organizadas a lo largo de todo el año. Repleto de tiendas, talleres artesanales y restaurantes donde se puede probar la exquisita y sorprendente gastronomía local. Las mágicas calas (playas) del Parque Natural del Cabo de Creus permiten nadar en aguas cristalinas y pasear por senderos con vistas impresionantes al Mediterráneo.

Pals
Para algunos es el pueblo más encantador de esta costa. Está situado en la cima de una colina. Se construyó en el interior de una fortaleza y ha mantenido hasta la actualidad su esencia medieval, su casco histórico fue declarado sitio de interés histórico en 1973. Sus tradiciones locales y gastronomía se han conservado hasta la actualidad y se organizan varios eventos culturales a lo largo de todo el año. Tiene una playa totalmente natural, dunas y campos de arroz.

Tossa de Mar
Dicen que es una de las ciudades más bellas de España. El paraíso azul que describió el pintor Marc Chagall y el lugar que enamoró a la actriz Ava Gardner durante su rodaje de «Pandora y el holandés errante» cuyo recuerdo da forma a una estatua a escala en la ciudad. Sus calles rodeadas con altas murallas, callecitas adoquinadas y una gastronomía de primer nivel enamoran. Su playa más conocida es Platja Gran, repleta de barcas de vivos colores. Las aguas cristalinas y el excepcional fondo marino convierten a Tossa de Mar en un paraíso para los amantes del submarinismo y el snorkel. Uno de los platos típicos de Tossa es su famoso «Simitomba», un plato con una buena base de pescado fresco al que se le añade un rico fumé de pescado, patatas, perejil, ajo, sal, tomate, azafrán, aceite de oliva y ali-olí. Un típico plato de pescadores. La Vila Vella es un icono para la localidad de Tossa de Mar, una maravilla que alberga y protege caminos estrechos de cantos rodados en un entorno puramente medieval. 

Figueres
Aparte de Cadaqués,  es la localidad que atrae a más amantes de Dalí, ya que su antiguo teatro, fue escogido y diseñado por el artista catalán para albergar su impresionante obra. La Torre Gorgot forma parte del mismo y es lo único que se conserva de las murallas medievales que rodeaban al pueblo. En el casco antiguo nos encontramos algunos monumentos históricos que vale la pena visitar, como la Plaza del Ayuntamiento medieval, la Iglesia Sant Pere y el antiguo barrio judío. En la Bahía de Roses, se encuentra una de las fortalezas militares más grandes de Europa, el Castillo de San Fernando (Castell de Sant Ferran), que se extiende a lo largo de 32 hectáreas. Figueres es la capital del Alto Ampurdián y en ella se organizan algunos festivales de renombre, sobre todo los relacionados con el vino de la Denominación de Origen del Empordà.

Girona
En esta ciudad se encuentra el principal aeropuerto de la Costa Brava y vale la pena recorrerla aunque sea un día. Desde su antigua muralla romana se puede disfrutar de una vista panorámica. Imprescindible recorrer el  laberinto de callejuelas del barrio judío de Girona y maravillarse con los baños árabes del siglo XI y XII. Una visita a su catedral con su nave de estilo gótico y una escalera que parece elevarse hasta el cielo desde su plaza principal. Un dato de color para los fanáticos de Game of Thrones: allí se filmó parte de la sexta temporada. Todos los meses de mayo se realiza el Festival Temps de Flors, donde todas las calles de Girona se llenan de decoraciones florales, haciendo de la ciudad un sueño hecho realidad.

Empuriabrava
Está considerada la Venecia de España ya que posee 25 kilómetros de canales navegables que la convierten en la zona marina residencial más grande de Europa. Sin duda, un lugar impresionante. Además, las vistas de las montañas al fondo le agregan un encanto especial. Esta lujosa localidad de la Costa Brava se encuentra rodeada por pueblos medievales y extensas playas de arena dorada como las que integran el Parque natural de L’Empordà. Durante todo el año se realizan ferias medievales que valen la pena visitar.