El vestido es la prenda más versátil y sentadora de la temporada. Largos o hasta la rodilla (la falda midi es el must de este verano), se pueden combinar con plataformas, mules o zapatillas, dependiendo el estilo que querramos lograr.
El brillo sigue siendo la gran opción para una cocktail mientras que la seda y la telas más livianas se adaptan a todo tipo de eventos.
Las estampas lisas ganan las propuestas aunque los rayas alegran el look. Eso sí, a la hora de repetir el atuendo, cansan más.
En cuanto a los colores, el tono “greenery” –el mismo que en 2017 fue furor- se vuelve a imponer esta primavera/verano 2018/19. La tonalidad admite variantes: verde Gucci, verde Céline y verdes más brillantes y profundos. El camel y rosado también se apoderan de los looks más chic.
El vestido cruzado es otra tendencia. Fue creado por Diane Von Furstenberg en los años 70 y desde el año pasado se convirtió en una prenda infaltable en tu placard. guardarropas. De color, floreado, rayado, de estilo lencero, camisero o con lunares y siempre largo hasta las rodillas.
Para la noche de Navidad: el rojo, un clásico que sin duda empodera a la mujer.