1. Partir de una melena seca y cepillar bien el cabello.
2. Aplicamos el gel fijador (hay muchos específicos para el efecto mojado) y con las manos lo extendemos por la parte superior del cráneo. Y repetimos este paso adaptando la cantidad de producto según el grosor de pelo que tengamos.
3. Cepillamos con un peine de púas finas para asegurar un reparto total y uniforme del producto. El movimiento es siempre de arriba hacia abajo, aquí debes decidir si quieres llevar raya o no. Para los cabellos más rebeldes, usa horquillas y usa un poco el secador para fijar la gomina, que se quedará ligeramente dura e intensificará su brillo.
4. En este momento puedes decidir si quieres un efecto mojado con volumen o sin él. De querer el cabello pegado al cuero cabelludo, aplástalo con la mano y fíjalo todo lo posible. De lo contrario, batí según el resultado que desees la parte interior del cabello (a la que no ha llegado el producto, desde atrás). En ambos casos la laca será tu mejor aliada.
5. Decide qué estilo quieres para el resto del cabello: liso total con la plancha, ondulado natural, con ondas muy marcadas, rizado, en coleta, recogido o totalmente mojado.
6. Podes embellecer las puntas del cabello con un aceite específico para conseguir más brillo