La empresa francesa Skinjay se inspiró en las cápsulas de café para imaginar un concepto de cápsulas para la ducha. Como si tomaras un baño hammam pero en tu casa. «Es una alternativa al spa que no requiere tiempo extra y convierte el momento de bienestar en parte de nuestra vida cotidiana«, comentó su creador, Nicolas Pasquier. Para utilizar estas cápsulas, es necesario adaptar la ducha tradicional con una pieza específica. Se introduce la cápsula y al girarla, comienza a difundir aceites esenciales durante casi 10 minutos. La marca también es ecologista ya que las cápsulas son reciclables y serían incluso biodegradables.
Se instala en menos de un minuto y sin necesidad de mano de obra en cualquier ducha expuesta, se la coloca entre el grifo y el flexible de la ducha. La fórmula cosmética de Skinjay logra la nebulización de los aceites esenciales al entrar en contacto con el agua caliente de la ducha. Gracias al agua caliente, los poros se dilatan permitiendo disfrutar de los beneficios de los aceites tanto a través de la piel como por inhalación.
Las cápsulas son respetuosas con el medio ambiente, son 100% naturales, y están elaboradas con materiales 100% reciclables. Además, su producción se realiza íntegramente por personas con discapacidad con el propósito de contribuir en su integración en el mundo laboral. Dispone de diferentes aromas para escoger el que más se adapte a cada estado de ánimo.