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12 de julio, 2019

Hotel Sheraton Salta, por la puerta grande

A sólo diez cuadras del centro comercial, el Sheraton Salta Hotel espera para ofrecernos una estadía de relax o negocios a todo confort.

Todo está preparado para un pasar impecable: desde sus magníficas instalaciones, hasta su restaurante con sabores andinos y vinos de altura, pasando por el spa y por el Link@Sheraton SM, un cómodo lounge tecnológico con acceso a Internet de banda ancha y Wi-Fi, con toda la tecnología a favor para estar conectado ya sea para volver al  mundo social como para cerrar negocios sin dejar de disfrutar del relax.

Sus amplias habitaciones permiten admirar las vistas del Valle de Lerma desde la cama y descansar para encarar una jornada de excursiones o paseos por la ciudad o hacer uso de las instalaciones aprovechando el Sheraton Club.
El momento del spa resulta imprescindible con sus tratamientos  y su sauna, baño de vapor, ducha escocesa y salas de relax o bien es posible elegir  ejercitarse en el gimnasio y terminar la  rutina en la piscina y en el hidromasaje climatizados al aire libre.

En cuanto a sabores el comienzo del día regala un excelente desayuno buffet en el salón Terracota, un delicioso, variado y original Menú Ejecutivo en el Tipas Bar para el almuerzo. La tarde es la hora del té en Club Lounge o un trago en el Jardín del Sol con exclusiva vista a la ciudad y por la noche espera el restaurante del Sheraton con sabores regionales y una refinada carta de vinos de altura. Y si se piensa en un encuentro social o corporativo, todos los servicios sumados hacen del Sheraton Salta Hotel un lugar ideal, tecnológico y con servicios y catering de calidad para que el evento sea un éxito.

Los imperdibles de Salta Capital
El Museo de Antropología y Alta Montaña (MAAM), el Museo del Cabildo, la iglesia Catedral, la iglesia de San Francisco y el convento de San Bernardo junto a todo el casco histórico, hacer un paseo en el telesférico del Cerro San Bernardo, visitar San Lorenzo, disfrutar de las clásicas empanadas salteñas e ir a cenar a una peña como la de Valderrama o La Casona del Molino, entre otras, y para llevarse un recuerdo, hacer compras en el Mercado de Artesanías.