Si hay un color que siempre queda chic tanto en la temporada primavera-verano es el blanco ya que se trata de un clásico. Las pasarelas internacionales de firmas como Alexander Wang, Chanelo Brandon Maxwell, pusieron al look total white como protagonista indiscutible de nuestros estilismos.
Las prendas en tono blanco son muy cómodas, versátiles y fresquitas. Se pueden usar tanto para el día como para la noche y con algunos trucos pueden adaptarse a cualquier silueta y edad.
Vestir completamente de blancos nos ahorra tiempo a la hora de combinar, y por sobre todo muy femeninos y elegantes.
Si los combinamos con accesorios (y lo bueno es que pueden ser de cualquier estilo y color) los hace más divertidos. Combinar una camisa blanca con un jean blanco y adornarlo con un accesorio glam de metal o animal print es una forma maravillosa de aportar estilo y elevar el look. Un vestido (largo o corto) en tono blanco con unas sandalias nude o unas alpargatas, es ideal para ir a trabajar en días calurosos.
Por otro lado, para looks más casual y cómodos, combinar un mono o un peto con unas zapatillas es la mejor opción.
Los kimonos, ponchos de verano y camisas sobre cualquier prenda son ideales para aquellas que quieren tapar algunas partes del cuerpo.