A lo largo de la vida, el cerebro se transforma de manera constante y cada uno de nosotros puede influir de manera positiva sobre estos cambios que se producen a medida que pasan los años. La edad es la principal enemiga del deterioro cognitivo. Con el fin de prevenir el deterioro cognitivo de nuestros adultos y mayores, se han desarrollado programas de estimulación cognitiva para adultos.
El deseo de mantener la agudeza mental es una de las principales preocupaciones de los adultos mayores; y realizar actividades estimulantes del cerebro es una manera valiosa para que una persona influya positivamente en su salud cerebral y en su Entrenamiento o Gimnasia Cerebral.
La estimulación Cognitiva (cuanto antes se empiece mejor) es fundamental para proteger nuestro cerebro en la vida adulta. Así, realizar actividades novedosas, que nos resulten atractivas y mentalmente estimulantes, desafiantes como aprender un idioma o un instrumento musical, estudiar sobre nuevas disciplinas y tener pasatiempos desafiantes, nos ayuda a mantener nuestra mente activa.
Otros factores potencialmente protectores en la mediana edad y que pueden ayudar a mantener un cerebro en forma y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo en la vida adulta son: llevar una dieta saludable, realizar actividad física de manera regular, mantener un buen patrón de sueño, manejar el estrés y tener una vida social activa.
La educación y contar con un propósito en la vida también son factores de protección cerebral. Asimismo, el control de la presión arterial, el colesterol, los niveles de glucosa en sangre, el peso también son vitales, además de no fumar ni tener hábitos perjudiciales para la salud.
También existen algunos mitos respecto de nuestro funcionamiento cerebral. Uno de ellos es que la vejez es sinónimo de demencia. Es importante destacar que muchas veces se confunden los problemas de memoria con la falta de atención.
Para las personas de todas las edades puede resultar útil descubrir diferentes estrategias para recordar nombres o hechos, por ejemplo, hacerse listas sobre tareas que hay que hacer o cosas que hay que comprar; o atender a los detalles visuales de un lugar o de las personas puede ser de ayuda. Otra creencia falsa tiene que ver con pensar que ya no se puede aprender nada nuevo cuando se es mayor, menos un idioma. Si bien es cierto que puede resultar más sencillo para los niños aprender nuevas estructuras gramaticales, no se trata de una tarea para nada imposible para los mayores.
El cerebro es más neuroplástico en el recién nacido que en el adulto mayor nuca deja de poder modificarse frente a las experiencias o los aprendizajes
La actividad intelectual debe ser novedosa, altamente atractiva y estimulante, mentalmente desafiante y agradable.
El entrenamiento en una habilidad cognitiva específica como la memoria puede mejorar esa habilidad, pero la evidencia sugiere que se necesita seguir ejercitándose para mantenerla o mejorarla con el tiempo. Es importante participar en actividades de estimulación mental que incluyan el compromiso social y un propósito en la vida como por ejemplo, el voluntariado o ser mentor de otros en la comunidad.
Es clave elegir una actividad física para practicar que se disfrute y desee aprender (existe una poderosa asociación entre actividad física y actividad cognitiva). Las personas deben considerar actividades físicas en compañía de alguien (por ejemplo, baile o tenis) que involucren tanto el ejercicio físico como el compromiso mental y social.
La etapa de la jubilación puede ser la oportunidad para realizar aquello que nunca pudimos por las obligaciones laborales. La ciencia lleva adelante su labor a partir de un método riguroso y preciso. En todos los casos, el desafío fundamental que la guía es el conocimiento; y el objetivo que la mueve es que las personas y las comunidades vivan mejor.
1) Hacer crucigramas, sudokus o sopas de letras favorece la estimulación cognitiva a cualquier edad. Hacer rompecabezas, dibujar pintar, coser estimulan la memoria y la velocidad de procesamiento.
2) Aprender a tocar un instrumento musical es una actividad beneficiosa para el cerebro y mejora el rendimiento cognitivo.
3) Cocinar mantiene en forma la salud mental (elaborar una receta, usar nuestros sentidos del olfato, gusto, tacto, vista activa muchas áreas cerebrales.
4) No utilizar calculadora para cuentas u operaciones cotidianas.
5) Aprender a hablar un idioma a edad adulta genera una excelente agilidad mental durante más tiempo que aquellas personas que no lo hacen, reportado en un estudio reciente de Annals of Neurology. Inclusive afirmando que las personas bilingües tienen mayor flexibilidad cognitiva, permitiendo adaptarse a los cambios con mayor facilidad.
6) La actividad física, aeróbica como caminar son muy beneficiosas para la salud mental más aún si se combinan con poner la mente en funcionamiento como la meditación, yoga o mindfulness.
7) App de tablets o smartphones como Stimulus mejora y activa la mente en personas con o sin déficit cognitivo. Es decir en estimulación y rehabilitación Cognitiva basado en ejercicios interactivos que entrenan distintos procesos cognitivos.
Asesoró: Dr. Claudio Waisburg- MN 98.128 / Director Médico Instituto SOMA /