El nombre de Los Antiguos tal vez resuene en la memoria de más de uno. Hubo una vez un pueblo que amaneció hundido en casi medio metro de cenizas volcánicas allá por 1991, cuando el volcán chileno Hudson entró en erupción. Era una población, la Capital Nacional de la Cereza, que tardó en volver a ponerse de pie, pero que hoy vuelve a lucir como una villa encantadora y tranquila al borde del lago Buenos Aires, el segundo más grande de América latina luego del Maracaibo en Venezuela.
Hasta Los Antiguos hay que llegar. No se trata de ir a una agencia y comprar un paquete. Debemos armar el viaje y partir hacia una aventura maravillosa que nos dejará innumerables recuerdos.
Algo importante: la temporada ideal para viajar a Los Antiguos comienza en noviembre y termina en marzo, cuando llega el otoño.
En Los Antiguos
Para conocer la villa sugerimos empezar con una caminata por sus calles. Recorrer la Avenida 11 de Julio, la principal, de veredas anchas y bancos de plaza para descansar y observar la gente y la vegetación. En esta calle se encuentran muchos de los locales gastronómicos, las oficinas públicas y negocios. También una atractiva feria de artesanos con valiosas piezas en madera, cerámica y tejidos.
Más adelante está el mirador Uendeunk junto al Monumento al Indio Tehuelche. Vale la pena subir a su terraza para tener una panorámica del área urbana, los jardines con su variada gama de verdes y flores y algunas chacras de los alrededores. Otra avenida importante es la Tehuelche, más moderna y muy iluminada por la noche.
En Los Antiguos también se puede visitar la nueva reserva ecológica. Uno de los grandes atractivos del lugar es el parque municipal, ubicado donde el río Los Antiguos desagua en el lago. Allí se protegen la flora y la fauna locales, que incluye garzas, patos, chorlos y cisnes de cuello negro. Es además el cobijo para peces, que lo utilizan para reproducirse, por sus aguas tranquilas y templadas. También crecen en el parque una gran variedad de frutas finas como cerezas, frambuesas y frutillas y se puede caminar por la orilla del lago, que tiene un extenso muelle de donde salen las lanchas particulares a hacer paseos de pesca.
La pesca con mosca es uno de los deportes más populares de la región y se caracteriza por los grandes ejemplares de truchas, salmones, y percas, que son un importante recurso para la región. Junto al lago también existe la posibilidad de hacer un paseo en kayak para desconectarse de todo y disfrutar del momento.
La superficie del lago es de 2240 Km2, sus aguas son de una variedad de azules y turquesas y se desconoce su profundidad. En tehuelche se lo conocía como lago Chelenko, “Lago de las tempestades”. Desemboca en el Océano Pacífico a través del río Baker, el más caudaloso de Chile. El sector chileno del lago lleva el nombre del general Carrera. Sobre su margen el paisaje es árido, con arbustos bajos que alternan con grupos de álamos con sauces. Como podemos ver, Los Antiguos está muy cerca de la frontera con Chile, Región de Aysén, y de la localidad de Chile-chico, la que se puede visitar transponiendo una pasarela sobre el río Jeinemeni y la Aduana (no olvidar de llevar documentos).
Cruzando la cordillera
Por la aduana se puede pasar al lado chileno del lago Buenos Aires, donde comienza a llamarse lago Carrera. Una excursión desde Los Antiguos los puede llevar por este camino hasta las Capillas de Mármol en la Puntilla, rodeada por las aguas del lago.
Se trata de dejarse llevar hasta una zona cercana y tomar allí una embarcación, un pequeño gomón preparado para la excursión, que permite acercarse a estas Capillas de Mármol, que producirán una sensación impactante.
El material con que se formaron es el carbonato de calcio y se presenta en colores blanco, marfiles y grises, adornados continuamente con los reflejos azul turquesa del agua que produce contrastes de luces y sombras celestes y hasta rosadas cuando brilla el sol.
El monumento está compuesto por tres formaciones minerales de unos cuatro metros de alto –la Catedral, con su abertura en ojiva, la capilla y la caverna–. Estas elevaciones acantiladas se formaron durante millones de años por el golpeteo del agua que fue labrando grutas y cavernas en el mármol. Cuando el agua está baja pueden ser exploradas en botes chicos y en situaciones extremas de descenso del agua se puede incluso caminar en su interior.
El clima en la zona es frío, alrededor de los 9°C, por lo que se recomienda llevar abrigo, guantes, gorro y mochila de día con pocos objetos, zapatos de trekking, anteojos de sol, protector solar y cámaras de fotos compactas.
Las excursiones pueden contratarse en el pueblo de Puerto Tranquilo, a orillas del Lago Carrera, de donde salen los botes. Si se comparten con 6 a 8 personas puede abaratarse el costo. El viaje dura entre 30 y 40 minutos o hasta 1 hora y la mañana es el mejor momento para hacerlo.
Puerto Tranquilo es también un lugar de descanso, cuenta con alojamientos, alimentos, minimarket, información turística, y combustible para los que viajan en auto. Desde ahí pueden planearse otras excursiones muy atractivas.
Aventura en Los Antiguos
Asimismo, hay dos excursiones imperdibles que pueden hacerse desde Los Antiguos a zonas cercanas del lado argentino y que resultan viajes inolvidables.
* Una, sale de Los Antiguos, desde el mirador del río Jinimeni a 2 kilómetros del centro y se toma la Ruta 41, también conocida como el Camino del Monte Zeballos, que combina paisajes esteparios con formaciones rocosas que asemejan un paisaje lunar. A los 22 kilómetros del recorrido aparece un punto panorámico natural y siguiendo unos kilómetros se encuentra la formación geológica “Toscas Bayas” formada por paredones de roca sedimentaria. A esta altura, el paisaje cambia de estepa a bosque de lengas y ñires. Siguiendo el recorrido se pueden visitar varias estancias dedicadas a la producción de lana y luego se llega a unas formaciones de piedra a las que llaman “cucuruchos”. Dentro de este paisaje que se asemeja al lunar se puede hacer trekking en compañía de un guía. La excursión dura aproximadamente 1 hora recorriendo estos conos de piedra erosionados por el viento. Más adelante se encuentra el punto más alto de la provincia de Santa Cruz, El Portezuelo, a 1500 msnm. Este punto se caracteriza por la ausencia completa de vegetación y por sus formaciones de lava, ya que antiguamente se trataba de un cráter de un volcán. El último punto de esta travesía es la localidad de Lago Posadas. Allí se encuentran los lagos Posadas y Pueyrredón con sus atractivos contrastes de colores, el primero tiene aguas de color turquesa mientras que en el segundo las aguas son de color azul oscuro.
* La otra excursión que no puede evitarse es la visita a la Cueva de las Manos. Se encuentra a unos 220 km de Los Antiguos y es el testimonio de una civilización que precedió a la de los tehuelches. En el cañadón del río Pinturas quedaron muestras de su arte y su cultura en manos y escenas de caza pintadas sobre las rocas que se supone tienen unos 10.000 años de antigüedad… aunque parecen recién dibujadas.
De regreso, por el bosque
Para quienes viajen en automóvil de regreso de Los Antiguos a Comodoro Rivadavia, deben saber que se puede visitar el Bosque Petrificado. Se debe salir de Los Antiguos, tomar la ruta 43 hacia Perito Moreno, luego la 40 hasta la 12, por la 12 hasta la intersección con la 49 y por la 49 hasta la entrada al Bosque. Una vez visitada el área, se puede seguir por la 49 hasta la ruta 3 y por ésta hasta Comodoro Rivadavia y regresar en avión a Buenos Aires.
El Bosque Petrificado de Jaramillo, en el norte de Santa Cruz y a 256 kilómetros de Puerto Deseado, es testimonio de que la zona no fue siempre árida y que hace millones de años, cuando aún no existía la cordillera, había un enorme bosque del que quedaron importantes vestigios. Los troncos del bosque petrificado están derribados, pero sus raíces están en el mismo lugar en donde transcurrieron sus vidas. El sitio es impactante y allí se encuentran los árboles petrificados más grandes del mundo: algunos ejemplares llegan a medir 35 metros de longitud (sin contar partes enterradas, ramas menores y copa) y tener hasta 3 metros como diámetro mayor. Hasta el momento de petrificarse contaban con 1.000 años de edad.
El bosque es Monumento Natural Nacional, abarca 10.000 hectáreas y numerosa fauna habita este lugar desértico y ventoso. Se pueden ver guanacos, zorros colorados, pumas, maras, lagartijas, zorrinos, piches, ñandúes, choiques, águilas y martinetas, entre otras especies, por lo que los guardaparques evitan que sean molestados.
Las comodidades cerca de allí son pocas, habiendo sólo un museo y un centro de información. Los guardaparques organizan caminatas guiadas. Y es un buen punto final de una travesía impactante.
Fiesta Nacional de la Cereza
Se celebra en Los Antiguos en enero, un tiempo ideal y momento de temporada alta. En ella compiten los mejores productores con sus dulces, licores y conservas típicas, además de tartas, que también convidan a quienes visitan las chacras.
Cómo llegar
Volar hasta Comodoro Rivadavia, Santa Cruz. El viaje ida y uelta por LAN cuesta $2038, y puede pagarse en cuotas. Por Aerolíneas Argentinas el costo es algo mayor. Una vez en Comodoro, no partir antes de apreciar las especies de la fauna local, como lobos marinos, pingüinos, etc. Luego, cruzar hasta Los Antiguos. Es posible alquilar un auto y cruzar la patagonia (rutas 40 y 43), recorriendo unos 444 Km. Hasta Los Antiguos o bien tomar un ómnibus. Salen de Comodoro a diario. Suelen tener dos salidas, una a la madrugada y otra al atardecer. Averiguar, entre otras, en Cooperativa Sportman.
Dónde alojarse
El alojamiento en Los Antiguos es variado aunque no demasiado abundante. Desde hoteles 2 y 3 estrellas (a partir de $1100 por habitación doble) hasta hosterías y otras propuestas más económicas. Es posible encontrar algo para cada presupuesto. También se puede acceder a una Hostería con SPA en la chacra Refugio de Rocas: Cel. (0297) 15-4010787 o en la estancia El Correntoso a 130 km de Los Antiguos por la Ruta 41 de ripio.
Texto: María Luengo.
Fotos: Secretaría de Turismo de Los Antiguos.