Comenzó el otoño y el encanto de la caída de las hojas y la lluvia hacen de esta estación del año una época mágica y especial. Luego de los verdes del verano, las hojas de los árboles y arbustos comienzan a tornarse doradas, anunciando un cambio gradual de color. Es imposible no quedar deslumbrado con la variedad de amarillos, rojos, marrones, naranjas y dorados que tiñen el paisaje natural.
Alba, marca líder de pinturas para hogar y obra del grupo AkzoNobel, aconseja como transportar esa atmosfera cálida y dulce, a los espacios de la casa.
Colores protagonistas
La paleta del otoño, siempre es suave, con matices tranquilos y sin contrastes profundos: tonos de suaves dorados como el color miel, calabaza, caléndula, caoba y cobre. Alba propone algunas combinaciones de colores que maridan bien con la estación.
Sombra de Cedro -entre el terracota y el rosa oscuro- es un color muy cálido que evoca los días de otoño bañados de sol y produce una sensación de optimismo. Para que sea la estrella del espectáculo la propuesta es combinarlo con neutros sutiles, para sumar un poco de vitalidad, poner un toque de amarillo canario luminoso y para que luzca en todo su esplendor usar toques metálicos, tal como dorado, bronce y, por supuesto, cobre. ¿Por qué no agregar una bandeja o florero metálico para hacer que la paleta de colores realmente brille?
Naranja, un tono cálido, acogedor y alegre que evoca pensamientos de días soleados, antiguas casas de campo en la Toscana y hojas otoñales doradas. Si se pintan las paredes naranja puede que el ambiente se vuelva más acogedor al instante. Esto se debe a que el naranja es un matiz perfecto para iluminar ambientes y una excelente opción para los espacios orientados al sur, que no reciben mucha luz natural.
Si la idea es lograr un estilo vibrante pero sofisticado Alba aconseja utilizar una combinación de naranja -Otoño Cálido o Rubor de Otoño- con tonos de una paleta neutra fresca. Los tonos pálidos suaves, como damasco, coral y durazno, son ideales para áreas más grandes con buena luz natural, como amplios livings y dormitorios de los niños. Después de todo, ¿qué es el naranja sino un toque de sol durante todo el año?
Ocre, permite lograr espacios que provocan instantáneamente una sensación acogedora e íntima.
La calidez de los ocres suaves, como Neblina de Otoño o Luna de otoño, combinados con texturas de pisos de madera y muebles naturales, por ejemplo una alfombra de mimbre o almohadones con fundas de lana, proponen livings cálidos y cómodos para acurrucarse.
Marrón café y Castaña de Otoño, crean una atmósfera agradable, ideal para comedores donde los invitados se sientan cómo en su propia casa. También se puede sumar una vajilla que acompañe, con motivos florales, y en colores verdes y naranjas.
Verdes y Grises azulados, como los verdes Campos de otoño o Frescor de Otoño y los suaves grises azulados, Bruma de otoño, Azul Otoñal y Equinoccio de Otoño, sirven para crear un ambiente de relax y calidez, ideal para nuestros cuartos y rincones de trabajo.
Fuente y fotos: Alba.