La grafología es la disciplina que analiza la escritura y detecta rasgos de la personalidad de quien escribe. Si bien es una técnica antigua, continúa vigente ya que en el acto de escribir intervienen tanto procesos mentales como inconscientes.
A diferencia de otras disciplinas, no es necesario tener presente a quien vamos a analizar, simplemente se piden datos relevantes que puedan influir en el análisis.
Gracias a la grafología podemos ahondar en muchos aspectos de una persona y con ello ayudar a distintas áreas del quehacer humano. Por ejemplo.
* Conocer el perfil de personalidad. Un análisis grafológico permitirá:
– Saber y conocer nuestra forma de ser y estar en el mundo, tener claros nuestros puntos fuertes y débiles.
– Observar la relación que tenemos con el mundo que nos rodea.
– Saber cuál es nuestro potencial carácter y cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
– Saber cuál es nuestro carácter modificable, y cuál es el temperamento innato que nos acompañará siempre y debemos aprender a manejar.
* Estudiar su orientación vocacional. Todos nacemos con un potencial para desarrollar determinada vocación, y llegamos a ella mediante la suma de características innatas, habilidades personales y nuestra propia historia. Es posible descubrir todas estas cosas mediante el análisis de la escritura. Cuando respondemos a ese llamado interno y nos enfocamos hacia esa meta le damos plenitud y calidad a nuestra vida. Además de la sugerencia vocacional, el informe posee datos valiosos acerca de la personalidad y características individuales para desarrollar la profesión.
* Mejorar el conocimiento en materia de recursos humanos. Las empresas emplean la técnica grafológica como complemento de las demás utilizadas en la selección de personal, ya que hay información sensible que se detecta en la escritura.
A su vez, al momento de realizar evaluaciones de potencial del personal activo la técnica es una herramienta exitosa para tal fin.
Muchas veces, mediante una observación de potencial, alguien disconforme en un área, resulta satisfecho y productivo en otro sector porque encontró “su lugar”.
Incluso muchos evitan perder personal valioso para su compañía al invertir en estas evaluaciones.
* Estudiar compatibilidad de caracteres. Dado que podemos observar nuestras características de personalidad, es posible establecer la compatibilidad de caracteres tanto de parejas como de grupos de personas. En ambos casos es interesante observar los puntos de encuentro y desencuentro, así como potenciar las fortalezas de cada integrante para mejorar la relación. Tener un mejor conocimiento del otro lleva a saber cuáles son los límites con los que se encuentran los vínculos.
* Saber más sobre la salud de alguien. En este aspecto la grafología se utiliza para observar rasgos gráficos compatibles con posibles enfermedades tanto físicas como psíquicas.
Es importante aclarar que el profesional no diagnostica ninguna enfermedad, sino que sugiere determinada atención profesional.
En nuestro país hay equipos trabajando en hospitales públicos, colaborando en la observación de demencias y adicciones. Asimismo, en salud mental coopera en el diagnóstico.
* Mejorar los conocimientos en las áreas judiciales. En participación con profesionales periciales, la prueba grafológica suele ser solicitada tanto para determinar perfiles de personalidad en distintos casos como para observar y determinar o no falsificaciones de documentos.
* Reeducar por medio de la escritura. La grafología se aplica en casos de trastornos del lenguaje, y resulta muy eficaz en niños que a su vez están en tratamiento con otro profesional.
En adultos se reeduca la escritura a fin de colaborar en la mejora de conductas, es decir, que el cambio se propone de manera externa a fin de obtener resultados internos.
Se sugieren determinados ejercicios personalizados según el caso.
Tanto esta última actividad como cualquier análisis grafológico no reemplaza en absoluto el trabajo ni tratamiento terapéutico, es más, en muchos casos resulta el primer paso para comenzar una terapia, y en otros, suma valor e información para el camino que se esté transitando a nivel personal.
Siempre el camino más correcto será el de conocerse a sí mismo, poder saber quiénes somos para saber hacia dónde vamos.
Asesoró: Gabriela Arismendi, grafóloga.