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2 de noviembre, 2015

¿Cómo hablar de sexo con los chicos ?

Pasan los años y hasta los siglos y nos sigue resultando incómodo hablar de sexo con nuestros hijos. Aquí, una especialista nos da algunas claves para no demorar la situación y atravesarla con éxito.

Hablar con los chicos sobre sexo puede resultar incómodo, pero con el tiempo y la práctica resulta más fácil, y existen muchas y diferentes formas de iniciar la conversación. Lo ideal es comenzar a hacerlo en los primeros años de su niñez, aunque nunca es demasiado tarde para empezar. Los padres que hablan con sus hijos pueden lograr que la experiencia sea diferente. No olvidemos que para los adolescentes, aunque lo nieguen, sus padres son la mayor influencia en sus decisiones sobre sexo. Abordar algunos temas con los hijos es una tarea que comienza en uno mismo. Por ejemplo, analizando nuestros propios tabúes, miedos o fallos por experiencias vividas, que pueden darnos el marco para tratar estos temas, algo que muchas familias pretenden delegar a la escuela. Sin embargo, una educación sexual sana comienza en casa, cuando podemos construirla desde el diálogo, aceptando lo propio y lo que traen nuestros hijos en su condición de personas”, explica la counselor Cristina Inés Papazian.   ETAPA POR ETAPA Aunque no hay una edad determinada, alrededor de los 4 a 5 años los niños comienzan a hacer preguntas, generalmente el disparador es la televisión o alguna conversación que escuchan. Es importante tener en cuenta que la masificación conduce a distorsiones, por lo tanto cuanto antes podamos darles a los chicos nuestro punto de vista sobre un acontecimiento referido a lo sexual o a la sexualidad, estaremos abriendo el juego del diálogo y el intercambio de ideas. Por supuesto, esto no se hace un día determinado ni se puede prever demasiado, va surgiendo con el correr de los años y es esperable que se intensifique en la adolescencia. En la infancia lo primero es reconocer el cuerpo humano, su funcionamiento y la importancia de saber que el cuerpo humano tiene una parte funcional y otra emocional, sin dejar de lado el cerebro, responsable de muchas de nuestras acciones. En la adolescencia es fundamental distinguir el sexo de la sexualidad ya que el primero está vinculado a la genitalidad, a los órganos sexuales y reproductores, mientras que la sexualidad tiene factores más allá de los biológicos, asociados a lo psicológico, a la cultura, a la educación, a cómo se va conformando la persona con lo que recibe y también con lo que da, en definitiva con sus propias experiencias. Una sexualidad responsable nos lleva a hacer las elecciones con el menor conflicto posible. Teniendo en cuenta que según estadísticas en Argentina los jóvenes tienen sus primeras experiencias a partir de los 14 años, es de esperar que cuando el momento llegue no se trate de activar el disparador del diálogo, sino que previamente se hayan podido transmitir algunas herramientas para transitar este aspecto, sabiendo que no es solo lo que “decimos”, sino lo que “transmitimos” a nuestros hijos con el ejemplo.   ESCUCHAR SIN JUZGAR Un tema más que importante en la adolescencia es escucharlos de forma activa, sin juzgar ni sus propias experiencias ni las que puedan comentar de sus amigos, permitirles expresar sus dudas y brindar la mejor información sobre los métodos anticonceptivos, las enfermedades de transmisión sexual y la incidencia del consumo de drogas y alcohol para la propia salud y la de la descendencia. Por eso es necesario que los padres también se hayan informado convenientemente. No hay una receta única ni un momento preciso, es un transitar que permite que los jóvenes hagan elecciones sexuales con una actitud responsable, y que puedan elegir con quién, cómo, dónde y para qué. Los padres serán guías orientadores de una elección que será propia de cada hijo en relación a sus experiencias, y si éstas no están de acuerdo con los deseos, como padres, habiendo abierto el espacio de comunicación será más fácil poder comprender, marcar nuestras diferencias y aceptar sin desvalorizar, manteniendo el respeto por la individualidad.   Asesoró: Cristina Inés Papazian, councelor / http://www.aacounselors.org.ar/