Un científico muy detallista acudió al Estudio Vara para transformar una vivienda de 1908 en Noe Valley, San Francisco, en la costa oeste norteamericana. Necesitaba mejorar la funcionalidad de la casa, que cargaba con el antecedente de intervenciones mediocres, y transformarla en una vivienda moderna. Además, precisaba un garaje cerrado al tratarse de un barrio con dificultad para conseguir estacionamiento. El resultado es una casa modesta, de 325 metros cuadrados, con dos caras diferenciadas: una cerrada, que proporciona privacidad al tránsito de una calle urbana, y otra que se abre a una amplia vista hacia la bahía de San Francisco.
Las huellas de la casa original se conservan en la volumetría y la organización de la circulación en la vivienda. Una escalera, conformada por una cinta de chapa plegada y peldaños de madera, establece la separación entre los espacios públicos y los privados. A la vez, el garaje se incorpora con un volumen externo nuevo, con dormitorios por encima y debajo.
Hacia el norte, la zona de estar es un espacio abierto en el corazón de la casa e integrado a la cocina. Se expande visualmente más allá de la ventana hacia el deck, desde donde se puede disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad y la bahía, o contemplar la yuxtaposición de zonas urbanas propias de la geografía ondulada de San Francisco. Más abajo, el diseño del jardín está pensado con líneas geométricas que se advierten desde la altura.
En el nivel inferior, el basamento, los arquitectos ubicaron un dormitorio para huéspedes que goza de privacidad y vistas hacia una esquina del jardín, también una cava de vinos y una sala de juegos. En el piso intermedio (al mismo nivel que la calle), el hall de entrada y la escalera dividen el sector de la cochera y de un pequeño estudio del estar-cocina-comedor, el espacio central de la casa. Las dos habitaciones se ubican en la planta alta separadas por la circulación. La suite principal aprovecha de vistas aún mejores a través de dos aberturas y una terraza privada. Según cuenta el arquitecto Brett Moyer, el éxito del proyecto radica en el énfasis y cuidado en la resolución de los detalles, y en la elección de materiales nobles. Un ejemplo es la resolución del marco de listones de madera natural sobre la ventana del dormitorio principal, que reinterpreta un árbol existente. La madera fue elegida también para las paredes y armarios que unifican la cocina con el estar, revestido con un enchapado. La calidez de la madera se contrapone con la ascética escalera con baranda vidriada.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Estudio Vara.
Estructura: FTF Engineering.
Construcción: Lea and Braze Engineering.
Paisajismo: SF Green Spaces.
Contratista: Dijeau Poage Construction.
Fotografías: Bruce Damonte.
Más info: www.studiovara.com
Texto: Arq. Paula Baldo.