Para que un viaje de larga distancia resulte llevadero, es recomendable elegir y preparar diversos juegos, para que los chicos se entretengan en el camino. Según sus edades, varían los tiempos de atención hacia los juegos y es por eso que es fundamental hacer una buena selección y contar con una amplia variedad.
Las recomendaciones generales del viaje varían según el medio de transporte y las edades.
* Si se trata de bebés entre recién nacidos y los 18 meses, es fundamental considerar el bienestar vinculado al confort físico y al descanso necesario. Llevar ropa cómoda y tener varias mudas para poder cambiarlos. Aprovechar los estímulos que el viaje mismo genera y ayudarlos a poder “ensimismarse” en lugar de híper estimularlos.
* Entre los 18 meses y los 3 años, además de lo recién mencionado, hay que considerar la necesidad de los chicos de querer moverse y trasladarse, algo que se potencia en esta etapa. Por eso, es altamente recomendable (y beneficioso) para los niños poder bajar: si viajan en auto, hacerlo durante 15 minutos cada 2 horas; si viajan en tren, poder recorrer los vagones; obviamente, esto se complica con los viajes en avión y/o micro. Si es por elección, no suelen ser la opción más recomendada; si es por necesidad, habrá que sumar la imaginación para poder crear “mundos acordes para los chicos”, mediante cuentos breves, dibujos y todo lo que la paciencia e imaginación del adulto permita. En estos casos es una exigencia para el adulto que suele requerir un asesoramiento y/o una preparación previa significativa.
* Entre los 3 y los 6 años hay que sumar el valor agregado que tienen los relatos por “capítulos” en los cuales ellos también puedan sentirse participes de cómo se van desencadenando.
* Entre los 6 y los 9 años es propicio incluir el relato de cuentos en los cuales puedan sentirse protagonistas. Juegos con palabras, colores, números, suelen ser los más recomendados.
* Entre los 9 y los 12 años, es fundamental el valor que tienen las canciones y la participación activa de los niños en su elaboración. Si viajan en grupo con otros niños, suelen ser interesantes los juegos en los cuales se incluye lo que van viendo en el paisaje, si es que el viaje lo permite. Es importante también considerar los intereses particulares de cada niño, para poder aprovechar ese tiempo, y tomarlo como una chance para conocerlo y/o desarrollar algún tema que luego del viaje pueda continuar.
En todos los casos la preparación del adulto a cargo es importante, y sería bueno que lo viva como una oportunidad para mantener un encuentro diferente con los niños. Hay viajes de placer y otros que se hacen por obligación, pero en cada situación es positivo considerar: ¿qué grado de participación puede tener el niño en la preparación del viaje? ¿Qué puede permitir el viaje? ¿Con qué herramientas contamos? ¿Necesitamos ayuda? ¿A quién recurrir?
Sin lugar a dudas, es una oportunidad que puede favorecer la tolerancia a las diferencias y el conocimiento y la valoración que pueden darse en una comunicación honesta entre las necesidades de niños y adultos y un proyecto en común, como en este caso representa el viaje.
Estas direcciones pueden resultar útiles:
Entonces si ¡a preparar las valijas!
Asesoró: Dra. en Psicología Edith Vega, MN 14363, del Hospital Privado de Niños – Fundación Hospitalaria / http://www.fh.org.ar/
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