Los últimos meses del año se acercan, y con ellos, llega el cansancio acumulado a lo largo de todo este tiempo. Es muy común que al terminar de comer, solemos sentir somnolencia. Esta situación provoca bostezos, cabeceos y el entorpecimiento de la rutina laboral. La causa tiene que ver con las variaciones de glucosa en nuestra sangre de acuerdo al alimento ingerido. Inclusive, a mayor cantidad de ingesta alimenticia, mayor contenido de azúcar y, por ende, más cansancio. Para hacerle frente a esta situación, una correcta alimentación puede mejorar nuestra calidad de vida.
Entre los alimentos que elevan la azúcar en sangre lentamente se pueden mencionar el atún, las sardinas, el pollo, el pavo, los huevos, la leche, los frutos secos (almendras, pistachos, nueces), las legumbres (soja, porotos), queso fresco, avena, espinaca, coliflor, sésamo, frutas y verduras crudas, solomillo y brócoli.
Tené en cuenta
*No saltear el desayuno. Ya que resulta fundamental al interrumpir el ayuno nocturno y, con el consumo de lácteos descremados, frutas enteras y cereales sin azúcar se puede obtener la energía necesaria para transcurrir la mañana.
*Evitar comidas ricas en hidratos de carbono refinado (panes, pastas, tartas, arroz blanco, postres).
* Esperar 3 horas entre la comida e irse a dormir
* Realizar ejercicio físico después del almuerzo. Por ejemplo, una corta caminata.
* Mantener el cuerpo hidratado, especialmente con agua.
*Evitar las comidas abundantes por la noche.
* Dormir entre 7 y 8 horas diarias.
Asesoró: Licenciada Liliana Grimberg (MN: 978), Nutricionista, Dietista y Coordinadora del área de Nutrición del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna