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1 de agosto, 2013

Cuando la convocatoria es grande

Es usual que en casas de country o en viviendas amplias se necesiten las áreas sociales preparadas para recibir como mínimo a 10 personas. Aquí, una buena solución por Estudio Tres Arquitectos.

 

 

Una de las premisas del cliente era contar con un living donde se pudieran sentar muchas personas, y un comedor con por lo menos 10 sillas, ya que necesitaban un espacio para una activa vida social.

 

En el living

La idea surgió bajo la base de tres tonos: rojo, crudo y marrón. A tal efecto, el estudio resolvió colocar 2 sofás grandes y cómodos enfrentados y un sofá Chesterfield mirando hacia las ventanas que tienen una vista espectacular  de Puerto Madero. Además, cerrando el espacio, se colocaron dos sillones individuales. Los géneros para los sofás y sillones son más bien neutros en crudo, color cemento y color elefante, y toques en almohadones con mucho rojo, como así en las alfombras y el mueble chino colocado contra el respaldo del Chesterfield.

Completan el living dos grandes mesas de centro de madera lustrada hechas en Sicomoro Frisé y 2 mesas de costado de sofá redondas en madera lustrada y con la tapa de espejo. De esta forma queda equipada el área más social con las mesas de apoyo necesarias para compartir café o tragos a puro confort. Las dos lámparas sobre estas mesas son de porcelana blanca con distintos círculos de colores y están diseñadas por Kenzo. En una esquina, un butacón se ubica frente a un espejo y genera luminosidad e ilusión de más espacio.

 

En el comedor

Se revistieron todas las paredes con rafia color natural, y el estudio diseñó una mesa de madera de 3 metros de largo en Sicomoro frisé y las sillas de tapizaron en 2 colores, es decir 4 en marrón, 4 en beige y las 2 de la cabeceras en un genero estampado en beige, natural y marrón. Contra la pared larga colocamos una consola antigua china muy larga, y sobre ella un antiguo textil enmarcado.

Como iluminación se optó por poner 2 arañas iguales sobre la mesa, fabricadas en hierro, madera policromada y caireles, con las lamparitas con sus respectivas pantallas. Las cortinas del comedor las diseñó el estudio y fueron confeccionadas con seda de 3 colores, puestas en 3 franjas de distintos tamaños.

 

El pallier de entrada

Se enteló en un género estampado, y en el hall se colocó una mueble tibetano antiguo a modo de consola con una lámpara hecha con una base de una antigua y refinda lata de té inglés.