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25 de agosto, 2013

Celulitis: ¿quién quiere ser una chica Rubens?

Parece que la piel de naranja fue, alguna vez, signo de belleza femenina. Así lo demuestra Las tres Gracias, el cuadro de Paul Rubens, … No es un consuelo. Y da pie para preguntarnos: ¿tendrían estrés, fumaban, comían mucho y mal? Interrogantes aparte, algo es evidente: tenían celulitis. Nosotras no la queremos.

 

Las tres Gracias, de Paul Rubens, príncipe de los pintores flamencos, realizada entre 1625 y 1630, es una obra de estilo barroco, un inmenso óleo sobre tabla (2.21 x 1.81m) donde están Aglaya, Talía y Eufrosine, todas Gracias de la mitología griega. Sus exuberantes modelos representaban el ideal de belleza del siglo XVII donde la flacidez, el poceado, las adiposidades y el sobrepeso eran rasgos de hermosura. Dicen que posaron para el pintor de Flandes dos de sus esposas: Isabella Brant y Elena Fourment. Si hurgamos en los libros de la historia de la cocina renacentista, la dieta era soberanamente desequilibrada, las mujeres tenían una vida sedentaria y la gordura era símbolo de status.

Pero vivimos el siglo XXI y tenemos otros paradigmas. Por eso, no bien comienza septiembre, ya estamos entre la balanza y el masaje. Veamos diez respuestas:

 

1) ¿Qué es?

La celulitis se conoce como el acúmulo de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo, que forma nódulos de grasa. Otros nombres para identificarla son: Lipodistrofia ginecoide, Síndrome de Piel de Naranja, Piel en «Colchón».

Llamada también PEFE (paniculopatía edemato fibroesclerosa) es una alteración del tejido conectivo que ocasiona trastornos circulatorios, acumulación o retencion de líquidos (edema)y compromete la grasa”, señala la doctora Ana Lerner, especialista en medicina estética. “Estas alteraciones se producen en el tejido subcutáneo, tejido graso, que se encuentra inmediatamente por debajo de la piel, y compromete la circulación de esa zona, incluyendo la piel que está por encima –continúa Lerner-; el edema se comienza a solidificar y se va transformando en nódulos que se unen a la piel por pequeñas fibrillas, conformando estructuras trabeculadas que le dan el aspecto de piel de naranja”.

 

2) ¿Por qué nos pasa a nosotras?

Entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad presenta algún grado de celulitis, siendo más frecuente en unas razas que en otras. Parece haber un componente hormonal en su desarrollo; en los hombres es raro encontrar celulitis, su presencia se da en aquellos con deficiencias andrógenas y pacientes que reciben estrógenos para combatir el cáncer de próstata.

 

3) ¿Cuáles son los grados en que se presenta?

Existen distintos grados: blanda, dura y la más conocida, la esclerótica (piel de naranja). Y se observan distintos tipos según la consistencia: compacta, afecta a mujeres jóvenes con buen tonismo y tejidos firmes: edematosa, tiene una consistencia pastosa y, si se palpa, quedan marcadas las depresiones; y flácida, donde está disminuida la elasticidad de la piel, es típica de las personas sedentarias y en mujeres obesas que han tenido un descenso brusco de peso. Mixta es la combinación de las anteriores.

 

4) ¿Es cierto que la causa está en discusión?

Varios cambios en el metabolismo y la fisiología pueden causar celulitis o contribuir a la misma. Entre estos están el desorden en el metabolismo del agua, hiperpolimerización anormal del tejido conectivo e insuficiencia venosa crónica. Si bien es más común en el sobrepeso y factores dietarios que contribuyen a su aparición, puede surgir en personas de peso normal o muy delgadas.

Es importante decir que la etiología o causa es multifactorial –señala Lerner- cuentan los factores primarios (genéticos, constitucionales y raciales); secundarios (hormonales, neurovegetativos y circulatorios) y factores terciarios o agravantes: alimenticios, osteoarticulares, sedentarismo y embarazo. Existe una predisposición genética (relacionada con la distribución de las fibras de la piel) y desencadenantes hormonales (estrógeno dependientes) que favorecen la vasodilatación y el edema inicial. Con el paso del tiempo y la acción de factores agravantes (sobrepeso, alteraciones posturales, sedentarismo, tabaquismo, mala alimentación, etc.) se produce la fibrosis (alteración de las fibras de la piel)”.

 

 5) ¿Qué peso tiene el factor hormonal?

Las hormonas juegan un rol dominante en la formación de la celulitis. El estrógeno es la hormona más importante que parece iniciarla y agravarla. Otras hormonas (la insulina, catecolaminas, hormonas tiroideas y prolactina) han mostrado participar en también en su desarrollo.

 

 6) ¿Cómo juega el factor genético?

Varios factores genéticos han mostrado ser necesarios para el desarrollo de celulitis. Un receptor hormonal alelo que determina el número de receptores y sensibilidad, distribución de la grasa subcutánea, y predisposición a la insuficiencia circulatoria demostraron contribuir a la celulitis.

 

7) ¿Y el tipo de alimentación?

Se ha demostrado que la dieta afecta el desarrollo de celulitis. Excesiva cantidad de grasas, carbohidratos, sal, o escasa ingesta de fibras pueden favorecer su desarrollo.

 

8) ¿Influye el estilo de vida?

Fumar, la vida sedentaria, el estrés, una dieta rica en grasas o estar de pie o sentado por tiempo prolongado en una misma posición, han mostrado correlación con la celulitis.

 

9) ¿Es una enfermedad?

Si bien no compromete la vida y es discutible si se trata de una verdadera enfermedad, por razones estéticas, es algo que preocupa cada vez más.

 

10) Hay cientos de productos y tratamientos. Pero la celulitis no se va. ¿Por qué?

La industria cosmética ofrece productos para acabar con la celulitis, pero no existe suplemento que haya probado su eficacia para hacerla desaparecer. Numerosos tratamientos se proponen cada año y en buena parte, ayudan a mitigarla. Se utilizan cremas, masajes, compresión neumática, termoterapia, presoterapia, carboxiterapia, drenaje linfático, electrolipoforesis, iontoforesis, ultrasonido, drogas como centella asiática, el aminoácido l carnitina, benzopironas, buflomedilo pentoxifilina, ginko biloba o rutósidos, utilizados en la mesoterapia. La liposucción y lipoescultura, son quirúrgicos. La radiofrecuencia combinada con infrarrojos, es un tratamiento novedoso: esta nueva tecnología se llama ELOS, (Electro Optical Synergy) y, habitualmente, se combina con vacumterapia.

 

Texto: Cristina R. Jurado

Asesoramiento Dra. Ana Lerner, Medicina Estética Corporal y Facial.