Los mosquitos se sienten atraídos por el olor de la piel de la gente y de los animales y el dióxido de carbono del aliento. Mientras los machos se alimentan de la savia de las plantas y del jugo de las frutas, las hembras prefieren la sangre porque buscan en ella la proteína que las ayudará a gestar sus huevos. Al picar, inyectan saliva en la piel de la víctima produciéndole una reacción alérgica.
Sólo el 3% de la población reacciona de manera exagerada frente a la picadura de un mosquito; en ellos, puede convertirse en una intensa hinchazón con una costra central que pica, a veces, de manera desesperante. Sin embargo es muy raro que está reacción se convierta en algo grave; generalmente, se trata de algo localizado que desaparece al cabo de tres o cuatro días. Si perdura por más tiempo, lo aconsejable es visitar al pediatra del niño.
Antes de salir a jugar
Lo primero que conviene hacer es colocar un repelente adecuado sobre la piel del niño. No debemos olvidarnos de reponerlo frecuentemente, ya que con el correr de las horas, pierden su poder, más aún si se entra en la pileta. Los ingredientes activos de estos productos no matan a los mosquitos sino que le dan a la persona un olor poco atractivo y funcionan en un radio muy limitado. Por lo tanto, no es difícil verlos volando muy cerca del cuerpo del chiquito.
El repelente debe aplicarse cuidadosamente, sobre la ropa y las zonas del cuerpo expuestas. No se debe olvidar su uso a cualquier hora del día, porque el mosquito que lleva el virus del dengue suele ser más activo de día, mientras que los demás pican más al amanecer y al atardecer.
Hay que tener especial precaución con los que contengan Dietiltoluamida (DEET), porque esta sustancia puede absorberse y pasar a la sangre si se aplica en exceso, por lo que es conveniente no colocarlo directamente sobre la piel, especialmente de las manos. Su efecto dura aproximadamente ocho horas.
No aplicar lociones que contengan productos químicos y alcohol a los bebés muy chicos.
Siempre es mejor optar por los repelentes naturales que se venden en el mercado y son mucho menos tóxicos.
Cuando un chico se muestra rebelde a la colocación de estos productos, es aconsejable, en el momento que sientan ardor o dolor por una picadura, recordarle que ese malestar se puede evitar usando el tan “odiado” repelente.
Otras prevenciones para tener en cuenta:
* Mantener el pasto cortado y evitar la acumulación de agua.
* Evitar vestirlos de azul, ya que estos insectos se sienten atraídos por las vibraciones de ese color. Es preferible optar por tonos claros y que dejen pocas zonas expuestas.
* No se deben usar fragancias fuertes o florales.
* Si se viaja en auto, asegurarse de que no haya insectos en su interior y, en lo posible, viajar con las ventanillas cerradas.
* En caso de que haya mascotas, desparasitarlas, y también desinsectar las plantas del jardín.
Frente a una picadura
En este caso, antes que nada hay que calmarle al niño el ardor o picazón para evitar el “reflejo de rascado”. Como estas picaduras causan enrojecimiento, hinchazón y prurito generan muchos deseos de rascarse, algo muy difícil de manejar, sobre todo en los más pequeños. Es importante calmar esta sensación lo antes posible, porque no es raro que a través del rascado se lastime la piel, produciéndose infecciones. Teniendo presente esto, es muy importante el lavado frecuente de las manos del chiquito y mantener sus uñas cortas. Por otro lado, aplicarle productos para neutralizar la picazón, en crema, lociones y polvos que calman estas irritaciones de la piel. Hay que verificar en el envase a partir de qué edad pueden utilizarse, y no está de más consultarlo con el pediatra. En caso de infección, será imprescindible llevarlo a su consultorio para que lo vea.
Cuidados en el hogar
1. Mantener el hogar limpio (los mosquitos pueden estar también dentro de la casa).
2. Evitar el agua estancada (baldes, macetas, desagües, floreros).
3. Nunca dejar comida al descubierto, menos aún en la habitación del bebé.
4. Nunca dejar las ventanas abiertas después del anochecer.
5. Colocar mallas y mosquiteros en este tipo de aberturas.
6. Usar mosquitero en la cuna del bebé.
7. Ponerle repelente también para dormir, porque al estar quietos, para el mosquito es mucho más fácil picar a bebés y niños.
Texto: Adriana Aboy
Asesoramiento: Dra. María Gladys Moreno, médica pediatra.
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