Llegó de su Cuba natal de niña y creció en Nueva Jersey, donde conoció a su marido, el ilustrador y socio Rubén Toledo, con quien está casada desde hace 30 años. Isabel Toledo llegó a la Argentina invitada para participar del tradicional desfile Six O’Clock Tea, organizado por Carmine Dodero. Todos la conocemos por haber vestido a Michelle Obama en la asunción presidencial de su marido. «Para mí hubo un antes y un después. Esa es una de las razones por las que estoy aquí, en la Argentina, porque mi nombre tomó relieve internacional”, asegura la diseñadora quien dio una charla en el instituto de moda MASD.
“Siempre cosí para las muñecas, para mí, para mí familia, pero además estudié diseño en el Fashion Intitute of Technology de Nueva York y Parsons School of Design de la misma ciudad. Me considero una diseñadora industrial. En los Estados Unidos es fascinante trabajar para muchas personas, si bien mi empresa es pequeña. Me han convocado para hacer una colección especial de zapatos para la marca masiva Payless y es maravilloso trabajar en serie, aunque yo tengo pocos modelos de mis propios diseños”, señala la creadora cubano-americana.
También desarrolló una colección de talles XL para la marca Lane Bryant que van hasta el 24. “Yo quise que, además del catálogo, hiciéramos un evento. Un desfile y no con modelos talla 12 o 14, sino 20 o más. En la empresa no estaban acostumbrados, solo trabajan con fotografía, pero aceptaron y fue conmovedor este hecho de moda”, dice Toledo. Sin embargo, para ella no es nuevo esto ya que una compañía pequeña como la suya está habituada a tener todos tipo de clientela, diferentes edades y tallas. Toledo no está interesada en vender más sino en marcar la diferencia y aunque sea para un proyecto masivo, siempre imprime su “huella digital”. No considera que siendo más “comercial” se pueda tener más éxito sino que siendo diferente, tendrá mayor éxito.
El amarillo que no era tal
Michelle Obama tomó una decisión política y estética al elegir a Isabel Toledo como una de sus diseñadoras. En un primer momento le habían propuesto que vistiera a la exitosa abogada durante la campaña del candidato demócrata, pero ella eligió ser la autora del atuendo de la asunción. Esa fue la clave: participar de un momento histórico. Se trataba nada menos que de vestir a la primera dama del presidente más importante del mundo, el primer candidato de color… una oportunidad única que Isabel y su marido supieron aprovechar.
Michelle Obama ya conocía los diseños de la creadora cubana cuando vivía en Chicago y los compraba en diferentes tiendas. Pero ella eligió para la campaña y en su rol de primera dama a diseñadores que representaran a las minorías étnicas y a los jóvenes.
El día de la jura el vestido se veía amarillo pero lo cierto es que se trató de un verde claro, con algo de gris, pero que en la televisión se veía amarillo. Eso se debe que debajo tenía otra tela que daba una luz que lo hacía cambiante. “Era un encaje que daba textura y con una luz que lo hacía cambiante de adentro hacia fuera. Me había pedido que fuera abrigado, ya que Washington en esa época no es precisamente cálido”, recuerda Toledo. “Siempre digo que ‘fashion is what time looks like’, quiero decir que es un mensaje que no da cada época, reconocemos por la vestimenta el período histórico. Eso es moda y no tendencia, algo que no sigo porque prefiero seguir mi inspiración. Mi marido, Rubén Toledo artista e ilustrador, interpreta a la perfección mis conceptos a través de sus figurines”, concluye.
Texto: Patricia Melgarejo.