El tema de las liendres y los piojos se ha instalado definitivamente en todas las familias con bebés y niños en edad escolar, que deben seguir el tema en forma diaria. Afecta a chicos jardín de infantes y primaria, no así de secundaria, ya que tienden a desaparecer en la adolescencia.
Ya sea que estuvieron en un pelotero, club, arenero, plaza o simplemente en el jardín o en el colegio, lo más normal es que los chicos vuelvan con “compañía” en su cabeza y no queda otra que intervenir.
Lo más recomendable es poner en práctica las siguientes medidas:
• Usar el clásico peine fino de metal. Nada lo reemplaza, no hay producto que sea más efectivo que el peine fino. Debe pasarse TODOS los días, como quien se lava los dientes. Conviene revisar las cabecitas todos los días, a la vuelta del colegio.
• Poner en una bolsa de plástico la ropa infestada durante 48 horas (lapso en el cual mueren los piojos).
• También es recomendable lavarla y plancharla para eliminar cualquier rezago de insectos o bacterias.
• Tener a los niños con el pelo corto y a las niñas con el cabello recogido porque, como los piojos no saltan ni vuelan, esto evita el contacto cabello a cabello por el que sí se produce el contagio.
• Respecto al recogido de las chicas, lo mejor son las trenzas o los rodetes, porque la cola de caballo la revolean… y levantan bichos indeseados de sus compañeros y amigos.
• En lo que hace a los productos, resultan útiles para arrancar un tratamiento y eliminar de una vez muchos piojos juntos. Pero no se debe abusar, porque se trata de un insecto que muta y al que aquello que lo mataba, en poco tiempo lo alimenta. Por eso es tan difícil eliminarlo.
Texto: Florencia Romeo