Narda Lepes le cambió la cara a los programas gastronómicos de la TV argentina y lo hizo genuinamente, cocinando, no payaseando. Cuando todos iban para un lado, ella nadó contra la corriente, propuso otras cosas y le salió bien. Evidentemente había tocado una cuerda que al público le interesó. Pero, detallista y emprendedora, cuando estaba instaladísima en el canal El Gourmet, se cambió de camiseta y, contra todos los pronósticos, asombrando a propios y extraños, pasó a Utilísima. Ni ella misma podía creerlo, pero confesó que aceptó en el instante en que le dijeron las palabras mágicas: “Doña Petrona”. La referencia a la cocinera más emblemática del país le hizo tambalear la estructura y si bien salió de la reunión con los dueños del ex canal de cable sin haber dado una respuesta, en el fondo de su alma sabía que iba a aceptar y que iba a recrear las recetas de la famosa Doña Petrona C. de Gandulfo, por supuesto que a su manera.
Narda nació el 29 de julio de 1972 y cuando contaba con apenas dos años, se fue a vivir a Venezuela con su mamá, dada la inestabilidad política de aquellos días. Ahí vivió hasta los 7 años y luego volvió, ya definitivamente, a su país natal. Su mamá, ya fallecida, estaba vinculada al arte, al igual que su papá, que entre otras actividades fue el dueño de la legendaria disco Paladium, que en los años 80 era EL lugar de la movida porteña. Narda era habitué del negocio de su papá y así fue que en plena adolescencia se codeó con las principales figuras de la escena musical local. Eso sí, tanta noche le quitó las ganas de bolichear en su juventud. Ya había visto todo lo que había que ver, había hecho todo lo que había que hacer. Hasta que empezó a hacer catering para las principales visitas del rock internacional, como por ejemplo los hermanos Noel y Liam Gallagher, cuando todavía formaban el grupo Oasis (y es vox populi que hubo romance de la cocinera con uno de los hermanos).
Hoy Utilísima ya es historia, dado que la marca primero fue absorbida por Fox y luego liquidada y eliminada del cable. Pero esta movida en nada afectó a Narda, que sigue emprendiendo y buscando otros horizontes. Que quede claro: es una gran emprendedora, en la tele o fuera de ella. Por ejemplo, es una de las pioneras de ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina) y su hija dilecta, la feria Masticar. Además, tiene su propia línea de productos comestibles, que lleva su nombre. Su marca incluye conservas, mix de hierbas, salsas, vinagres, molinillos y delicatesen para regalar. Y que quede claro: tanta actividad no le ha impedido formar su familia y ser la mamá de Leia. Porque si ella debe su nombre a la novia del mago Mandrake, su hija no podía ser menos y lleva el de la protagonista femenina de la saga Star Wars. De una princesa a otra princesa.
Texto: Florencia Romeo.