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31 de agosto, 2015

Santiago Bilinkis: «Todos los países tienen un sistema de educación equivocado»

Es vox populi que la educación debe cambiar. ¿Pero cuánto? ¿Cómo? Entrevistamos a Santiago Bilinkis, autor de “Pasaje al Futuro”, un libro que habla del mundo que viene o que ya está entre nosotros y que tiene un capítulo dedicado especialmente a la educación. Un tema de debate.

 

El público en general conoce a Santiago Bilinkis por su columna de los domingos en LNR, La Nación Revista, o por su participación,  también a modo de columna, en Basta de Todo, el programa más escuchado por la tarde en FM Metro.  Lo cierto es que detrás de su nombre hay mucho más (ver http://bilinkis.com), pero entre las muchas cosas que hizo está el hecho de haber sido uno de los 17 argentinos aceptados para estudiar en Singulary University, la Universidad de la NASA. Allí aprendió mucho sobre el futuro y también sobre el presente, que ya está entre nosotros, aunque no lo veamos. Esta experiencia lo llevó a escribir Pasaje al Futuro (Sudamericana) donde analiza el futuro, no muy lejano, en casi todas las áreas de la vida. Entre los temas está el de la educación. Y tan importante es que Santiago subió a su página web el capítulo 9 del libro: “Reinventando la educación: nuevos contenidos, nuevas formas”. De allí se puede bajar gratuitamente porque se trata de leerlo y promover un debate que nos permita comprender y reflexionar hacia dónde vamos y hacia dónde sería bueno ir en este tema fundamental para nuestra sociedad.

 

¿ESTAMOS ATRASADOS?
Llegar a la oficina de Santiago es enfrentarse a un hábitat súper confortable donde no hay división de paredes ni estatus, ni jerarquías, donde la vista es desde bien alto y mira al río y a la cancha de River (aunque confiesa ser bostero). Grandes mesas solo divididas por paneles de vidrio transparente son el lugar de trabajo que no tiene lugares fijos, para una troupe de gente joven que lo sigue en su nuevo emprendimiento de generar empresas virtuales, aquí y en el resto del mundo.

–Santiago, ¿la educación es un desastre en la Argentina, tal como muchos dicen?
–Hoy en día hay países con buena calidad y con mala calidad educativa, pero todos operan dentro de un sistema de educación equivocado. En la Argentina como en el mundo estamos tratando de hacer algo equivocado, lo que se complejiza porque, además, el nivel educativo tiene menos calidad que en algunos otros lugares. Tampoco estamos en el fondo de la tabla…

–¿Creés que podrá zanjarse la brecha hasta alcanzar la educación en el nivel que corresponde?
–Creo que las barreras son muy grandes. También creo que la Humanidad ya nos ha sorprendido en muchas oportunidades anteriores, haciendo cambios que parecen impensables y en muy poco tiempo.

–Hoy se habla mucho de la tecnología en el aula y que no se aplica como debiera. ¿Pensás que cuando los nativos digitales sean padres y maestros, la educación pueda cambiar?
–Es relativo. Nosotros como adultos no somos nativos digitales pero podemos ser personas digitales. La cuestión es querer o no y si se quiere ser una persona digital, hay que hacer el esfuerzo para lograrlo. Hay que salir de la zona de confort. Y hay mucho para ganar. Eso es importante. Y también hay que tener en cuenta que hoy están entrando a la universidad chicos nacidos en 1996 y 1997, que son milenials, son nativos digitales. Y si uno va a mirar el censo de la Universidad de Buenos Aires, ve que la mayoría elige ser contador, abogado, arquitecto, psicólogo. Las mismas profesiones de siempre. Entonces, toda la impronta de ser digitales se va al tacho con la convencionalidad del propio pensamiento de los alumnos. Hoy en día la ingeniería relacionada con software la eligen muy pocos aun cuando la Argentina tiene un déficit brutal de ingenieros y especialistas en software al punto de que la mayoría de esos chicos no pueden terminar la universidad porque les llueven las ofertas de laburo. ¿Por qué entonces la mayoría quiere ser contador o abogado, por ejemplo? Tal vez sea por identificación con sus padres o tal vez sea que estudiar ingeniería en software es mucho más esforzado que estudiar las carreras tradicionales, en principio con el prejuicio que la mayoría de las personas tiene con la matemática. En realidad los milenials tampoco están pensando el mundo que viene muy distinto de nosotros. Y el futuro viene, lo esperemos o no lo esperemos.

Sin embargo, todas las opciones que ofrecen las nuevas tecnologías para el aula son muy afines a los chicos y a los jóvenes de hoy…
–Totalmente, pero los milenials son muy digitales a la hora de jugar jueguitos, pero ¿cuántos de ellos programan? Consumir televisión es un acto pasivo y jugar a los jueguitos, también. Ahora si se usa la computadora como herramienta creativa, productiva, ahí es donde la computadora se convierte en un objeto que abre posibilidades inéditas.

 

CUESTIÓN DE INTERÉS…
Hace poco –cuenta Santiago–, me invitaron a una escuela técnica a dar una charla para promocionar que los chicos eligieran la orientación en tecnología. Eran chicos de 15 años, y la escuela casi no tenía inscriptos en tecnología, casi todos elegían diseño, medios, etc. Eran súper milenials, pero no elegían tecnología. ¿Por qué? Porque se transformarían en nerds, personas con anteojitos, muy concentradas en su estudio, casi siempre poco deportivos… Eso me dijo la persona que dirigía la escuela. Yo no lo podía creer. Cuando yo era chico los nerds eran estigmatizados… Pero ahora el mundo lo manejan Mark Zuckerberg, creador de Facebook; Larry Page y Sergey Brin, fundadores de Google; Michael Dell, fundador de Dell; y muchos otros. Solo algunos de los chicos conocían a Zuckerberg, pero eso sí, todos conocían a Tinelli. Las cosas pasan por a quién admiramos y como quién queremos ser”.

–Además de la ingeniería en software, ¿cuáles son las áreas de estudio que ya se ve que van a ser muy potentes?
–La tecnología, la informática, la nanomedicina, la biología, la ingeniería… ¿A qué me tengo que dedicar para vivir una vida apasionante? ¿Dónde va a haber mayor cambio, mayor transformación?

–¿No es responsabilidad de los docentes y de las escuelas informar sobre cómo viene desarrollándose el mundo?
–Pero sucede que la escuela no tiene esta información y los docentes suelen ser bastante reacios a estos temas. Si el pensamiento crítico de los docentes no está desarrollado para hacerse preguntas develadoras, es difícil que a nuestros hijos les puedan transmitir los cambios. El problema de la escuela es que es antigua, arcaica, que no ha cambiado en mucho tiempo.

–¿Los chicos se aburren en la escuela?
–Aquí hay algo importante. Cuando éramos chicos, lo que podíamos hacer en casa si faltábamos, no era tan distinto de lo que podíamos hacer en casa que en la escuela. No había televisión todo el día, solo unos dibujitos en ciertos horarios. Aparte, jugabas con autitos, balero, lo que sea. Ahora cuando el chico está jugando, está inmerso en una realidad alternativa, multisensorial, competitiva, invasiva. Sale de ahí y va a la escuela donde se encuentra con una realidad muy pobre: una persona que habla, muchas veces de un tema que tampoco le interesa, que lo transmite de una manera que no despierta la motivación. Yo tengo una columna en el programa de radio de Matías Martin, Basta de todo. ¿Cuál es mi gran desafío? De las cosas que yo hablo, la gente cree que no son interesantes  y yo las tengo que hacer interesantes y relevantes para ellos. Escucharme a mí es siempre algo secundario a lo que el oyente está haciendo, por lo que yo tengo que hacer que me escuche y que eso que diga sea relevante. Cada columna de radio, que son 45 minutos de transmisión, a mi me toma 20 horas de preparación. Porque tengo que ver, por ejemplo, que un tema como la inteligencia artificial le resulte relevante y relacionado con su vida, no un mero hecho anecdótico. Y eso lleva tiempo y esfuerzo.

–¿Y qué pasa con esos temas que ya son conocidos por todos, pero que deben tratarse igual?
–Lo mismo. Mi próxima columna será sobre las exploraciones en tiempos de Colón. Todo el mundo conoce la historia de Colón, o de Solís… Juan Díaz de Solís remonta el Río de la Plata, baja donde ve gente en la costa uruguaya, para hacer contacto y los nativos los asesinan, los cocinan y se los comen. Solís murió cocinado. Basta con que yo te lo cuente y pienses “vaya, era peligroso…”.  Otra historia: Magallanes y Elcano dieron la vuelta al mundo y pasaron por el estrecho llamado justamente de Magallanes. Y uno se imagina a Magallanes y Elcano como Batman y Robin, pero Magallanes y Elcano se odiaron todo el viaje al punto de que El Elcano, al pasar por el estrecho, se sublevó y Magallanes no lo mató porque lo necesitaba… pero lo tuvo cinco meses encadenado en el barco, haciendo trabajos forzados. Entonces, si miramos la historia sin idealizar, seguramente nos va a parecer mucho más interesante. Ahora, si tuviésemos videojuegos que suban a los chicos al barco de Magallanes, sería mucho más interesante para ellos.

–¿Se desarrollan videojuegos para contenidos escolares para este tipo de temáticas?
–En general no, aunque estaría perfecto que se desarrollaran, porque hay temáticas de estudio local y hay otras de interés internacional, como el viaje de Colón, por ejemplo. Pero lo más importante es que el docente se haga la pregunta: ¿qué tiene esto de interesante para los chicos? Si el docente no puede responderse esa pregunta, tiene que pedir licencia.

–Entiendo que, si se puede contestar esa pregunta, se puede trabajar con o sin tecnología…
–Sí, la tecnología es una herramienta. Salió hace poco un estudio de la UNESCO que daba el dato de que comparando quince países de América latina, el uso de las computadoras no mejoró el aprendizaje de los alumnos. Ahora… ¿a quién se le ocurre que de tomar nota en un cuaderno a tomar nota en una computadora el aprendizaje iba a cambiar? Si queremos que algo cambie, pensemos para qué estamos usando la computadora en el aula.

 

LO QUE VIENE
A medida que avanza la charla con Bilinkis nos damos cuenta de que el tema de la educación es mucho más profundo que la incorporación de la tecnología al aula. Él sostiene que las cosas van a cambiar “cuando usemos las computadoras para experiencias de aprendizaje enteramente novedosas con las posibilidades que la computadora ofrece para experiencias que el docente no puede lograr de otro modo”, explica.

–Por ejemplo…
–Si se pudiera armar un software de modo que los chicos pudieran trasladarse de manera creíble al 25 de Mayo de 1810 y conversar con French y Beruti para enterarse de las cosas que ellos quieren saber, y entrar al Cabildo y recorrerlo, y escuchar las discusiones que estaban teniendo lugar, ¿no aprenderían más sobre el 25 de Mayo que si les contamos y les hacemos dibujar el Cabildo? Yo creo que sí. Pero si queremos que las computadoras nos ayuden a mejorar la educación, tenemos que transformar las computadoras en un objeto que nos sirva para tal fin. No es el objeto computadora lo que de por sí nos va a ayudar, es el software que le metamos adentro y qué hagamos con la computadora como herramienta.

–¿Todo pasa por la motivación?
–En un mundo con tanta información, con tantos estímulos, el desafío de la escuela es entretener y educar a la vez.

–Tal vez el gran problema esté en que no estamos acostumbrados a estar atentos porque el mundo cambia vertiginosamente…
–El tema es lo que yo trato en el último capítulo de mi libro, Pasaje al futuro, que es cómo se prepara uno para vivir en un mundo que nos impone tal ritmo de cambio y tanta necesidad de adaptación.

Vos planteaste que lo que pretendés al permitir que el capítulo sobre educación se pueda bajar gratuitamente es generar un debate sobre el tema educación. ¿Cómo pensás generar ese debate?
–El libro por suerte se ha vendido mucho, ya va por la tercera edición, y se está usando mucho como herramienta en las escuelas y por eso decidí que el capítulo de educación se bajara gratis, porque me encontré con la buena noticia de que las escuelas querían leerlo y yo preferí que para acceder a ese capítulo, al menos, no estuviera la barrera del costo del libro. Me está pasando mucho con escuelas que me invitan a dar charlas con docentes. Y me invitan también de congresos de educación. Algo que me da mucho pudor, porque yo no soy un especialista en educación, pero me doy cuenta que puedo ofrecer sobre el tema una mirada fresca, sin condicionamientos y sin intereses creados.

 

EL ROL DEL DOCENTE
Textuales de Bilinkis:
*Para mí, el docente tiene que ser un curador de contenidos, alguien que busque cómo presentar los contenidos, qué software puede conseguir, con qué elementos y qué tipo de información es lo que realmente va a interesar y a permitir comprender y avanzar”.
*Yo creo que los docentes no están cómodos como están, que saben que pueden cumplir otro rol y que les gustaría hacerlo”.
*También es cierto que corregir exámenes con textos realmente elaborados por los alumnos es mucho más difícil que corregir un multiple choice”.

 

Texto: Silvia Fittipaldi.
Fotos: Carlos Alfano.