Lisboa, la capital de Portugal se alza en la desembocadura del río Tajo y muy cerca del océano Atlántico. Tiene una rica historia y es una de las ciudades que más y mejor conserva sus edificios tradicionales. Para algunos, Lisboa es de origen griego, otros sostienen que es fenicio. Lo que sí se puede afirmar es que miles de años atrás los griegos hablaban de Olissipo y Olissipona, hasta que en el siglo VIII los árabes tomaron la ciudad y le cambiaron el nombre a al-Lixbûna, que luego se fue transformando en el definitivo Lisboa. Su posición privilegiada sobre el océano y en el extremo oeste del continente europeo la convirtió en un puerto y punto de asentamiento para proveer a los barcos, porque se encontraba en una ruta comercial y de acceso al Viejo Continente. En resumen: Lisboa es más antigua que la mismísima Roma.
El corazón de la capital de Portugal es la Baixa, la parte baja de la ciudad, que se alza sobre las ruinas de la vieja Lisboa, tras el terremoto de 1755. Fue planificada por el Marqués de Pombal –por eso también se la conoce con el nombre de Pombalina– y sus calles y edificios responden a una prolija y ordenada cuadrícula. Es la zona más comercial y con más monumentos.
Siempre dentro del caso histórico están el Barrio Alto y el Barrio de la Alfama; y en la ribera del Tajo se encuentra el Barrio de Belém.
EL TRANSPORTE, UNA ATRACCIÓN
Lisboa está ubicada sobre una margen del río Tajo y se conecta con el otro margen a través de dos puentes: el 25 de Abril la conecta con la ciudad de Almada y el puente Vasco da Gama, con la ciudad de Montijo. Además, como buena ciudad costera, tiene un importante puerto, que es la entrada a Europa. Pero sin lugar a dudas uno de los aspectos que vuelve encantadora a la capital portuguesa es el tranvía, una red que fue más amplia en otras épocas, pero aún hoy conserva cinco líneas, cuatro de las cuales son coches nuevos con fachada antigua, para potenciar el atractivo turístico. A la vez, también se conserva una red de transportes fluviales, el Transtejo, que une ambas márgenes del río Tajo.
VISITAS IMPERDIBLES
* La arquitectura medieval es uno de las mayores atracciones de Lisboa. Entre otros, se destacan el Castillo de San Jorge, el Convento do Carmo y la catedral de Lisboa. A estas se suman dos edificaciones que han sido declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: el monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belén. El monasterio es una de las visitas que todo turista debe hacer. En su interior se halla la sepultura de Vasco da Gama. La Torre de Belem está ubicada en el estuario del Tajo y antiguamente era una edificación para defender a la ciudad. Luego se convirtió en faro y centro aduanero. Dos imperdibles de Portugal.
* La Plaza del Comercio es la más importante de la ciudad. Durante siglos fue la puerta de Lisboa para el comercio marítimo.
* La Plaza del Rossio es la más concurrida, con múltiples bares y restaurantes alrededor.
* La Plaza del Marqués de Pombal, en el parque Eduardo VII.
* La Catedral Santa María Maior es la iglesia más importante de la capital portuguesa.
* El Monumento de los Descubridores tiene 50 metros de alto y homenajea el 500º aniversario de la muerte de Henrique el Navegante, descubridor de Cabo Verde, Madeira y las islas Azores.
* Entre los museos, se destacan el de Coches, que cuenta en su patrimonio una de las colecciones de carruajes más importantes del mundo; el de Azulejos, uno de los mejores del mundo en su rubro, y el de Arqueología, que data de 1893 y tiene la mayor colección arqueológica de Portugal. Tiene objetos que van del Paleolítico hasta la Edad Media.
* Lisboa no se destaca por sus playas, pero las hay sobre los últimos metros del río Tajo, como las de Cascais; para encontrarlas sobre el océano Atlántico, hay que desplazarse algunos kilómetros hasta la ciudad de Oreiras.
CIUDADES ALEDAÑAS
Hay dos ciudades que vale la pena conocer aprovechando la estadía en Portugal: Porto y Sintra.
Porto es la segunda ciudad más grande de Portugal, después de Lisboa. Ubicada al norte del país, junto a la desembocadura del río Duero, una de sus ventajas es que está muy cerca de España, pero eso la ubica a 300 kilómetros de Lisboa. Como la ciudad capital, Porto conserva muchas edificaciones antiguas, calles estrechas y viejos callejones que contrastan con los barrios más residenciales. Obviamente, uno de sus puntos fuertes son los vinos dulces.
En cambio, la hermosa Sintra está a escasos 30 kilómetros de la capital portuguesa, lo que permite ir y volver en el día, por ejemplo, en tren. Se trata de una pequeña y encantadora ciudad, con castillos y palacios. Tiene un bello casco histórico y monumentos que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Algunos de los lugares destacados para ver son el Palacio de Pena y la Quinta de Regaleira.
DATOS ÚTILES
* Gastronomía. Como buena ciudad costera, Lisboa es ideal para comer pescado, en especial bacalao. De hecho, los lisboetas sostienen que tienen una receta diferente para cada día del año. Si decimos que otro de sus platos típicos es la feixoada, recordaremos que Portugal es el país europeo que conquistó Brasil. También cocido a la portuguesa, açorda de gambas (un guiso de gambas y pan), arroz con mariscos y pollo piri-piri, entre otros. No olvidar los vinos y quesos, en especial el famoso vino verde. Comer en Lisboa no es caro y siempre se puede pedir el menú del día en muchos lugares, para acotar los gastos del viaje. En cuanto a los dulces, son famosos los pasteis de Belém, o pasteles de crema, hechos con hojaldre y crema de leche, así como los bolos de arroz, unas magdalenas preparadas con harina de arroz.
* Alojamiento. Hay opciones para todos los gustos y todos los presupuestos. Igualmente, en comparación con otras ciudades europeas, los hoteles son bastante accesibles. Además de la mejor hotelería, también hay hoteles sencillos, pensiones y bed & breakfast. Son de destacar los hoteles de diseño, que ocupan viejas edificaciones restauradas y hoy convertidas en modernos alojamientos.
* Vuelos. Hay vuelos directos desde Buenos Aires hacia Lisboa o con escalas (1 o 2).
Texto: Florencia Romeo.