Está comprobado que las mujeres, a igual tarea, ganan menos que un varón. A la vez, a la mayoría de ellas le cuesta pedir aumento, reclamar una deuda o un pago y hasta hacer un presupuesto: no sabe cotizar su trabajo porque le cuesta valorarlo. Ni que hablar de la dinámica hogareña con el marido. Por eso, la relación de la mujer y el dinero es un tema a abordar y sobre el cual reflexionar. Eso hicimos con Cecilia Boufflet, periodista especializada en Economía, egresada de la Universidad del Salvador, una de las elegidas por la empresa de cosmética Avon para dar testimonio en su programa “Belleza por un propósito”, que busca impulsar a más mujeres a empoderarse en el mundo a través de la belleza.
–¿Por qué te especializaste en Economía?
– La primera oportunidad para trabajar formalmente como periodista fue en ese rubro y la tomé. El camino me fue llevando, pero también es cierto que siempre tuve curiosidad, desde muy chica, por los temas de economía. Después de haber trabajado varios años en temas de macroeconomía y luego en temas de negocios, en el último tiempo puse el foco en los temas de finanzas personales, para intentar acortar la brecha entre la información de economía y la agenda económica de la gente. Por eso fundé el blog www.vilmetal.com.ar y escribí los libros «Economía en tacos altos» y «Las billeteras son de Marte y las carteras son de Venus«.
– ¿Por qué la relación mujer–dinero es complicada, aún en el siglo XXI?
– Porque aunque la mujer logró un gran avance, ese paso está dado en comparación con la situación anterior de la mujer y la realidad es que sigue teniendo una gran diferencia con el hombre. La brecha entre el ingreso de una mujer y un varón con igual capacitación e igual tarea es del 30%, y se reduce a una velocidad tan lenta que se calcula que va a llevar 80 años que se cierre. Hemos dado grandes pasos, pero faltan otros.
– ¿Cómo se relacionó históricamente la mujer con el dinero? ¿Por qué a la mayoría de ellas les cuesta cobrar, presupuestar…?
– Durante muchos años la mujer ha tenido el rol de administrar el dinero que ganaba otro, y ese rol asumido es difícil de cambiar, aun cuando el dinero lo ganen ellas. Entonces, en la actualidad las mujeres muchas veces son independientes, porque ganan sus pesos, pero no son autónomas, porque no toman decisiones alrededor de eso y ceden el control del dinero.
PUERTAS ADENTRO…
Para hablar del dinero, hay que tener en cuenta dos ámbitos: afuera y adentro de la casa. Afuera, le cuesta ganar lo mismo que el varón a igual capacidad, formación y tarea. Pero en el hogar también hay un frente de batalla que enfrentar.
– ¿Por qué en muchos casos el marido sigue mandando, inclusive cuando ella gana más?
– Es una cuestión cultural. Para mantener el statu quo, por miedo al qué dirán y para que el otro se sienta mejor, muchas mujeres asumen ese rol, aunque las generaciones más jóvenes muestran un cambio en esa tendencia y asumen, varones y mujeres, el lugar que les toca, con menos prejuicios.
– ¿Al común de las mujeres se le hace difícil ganar más que el marido?
– En general sí, pero en Estados Unidos, ya desde 2010, hay más hogares que tienen como jefe de hogar a una mujer. Pero, aclaremos, eso sucede porque hay hogares con mujeres solas y con mujeres con mayor nivel de educación que sus parejas.
– ¿Sigue siendo ella la que decide los gastos chicos y él, las grandes erogaciones?
– Si, en la mayoría, aunque eso cambia en las generaciones más jóvenes. Para dar un paso desde la independencia hacia la autonomía verdadera, las mujeres deben hacerse cargo de las decisiones alrededor del dinero y no solo ganarlo. Deben atreverse a tomar decisiones, involucrarse y rechazar una frase, referida al control que muchas veces ejercen los hombres sobre las mujeres: «No te preocupes por el dinero«. Las mujeres no deben preocuparse por el dinero, se deben ocupar, porque tiene que ver con su futuro.
– ¿Cuáles son las trampas en las que cae la mujer con su marido en la administración diaria?
– Las mujeres deben sumar poder de decisión, porque si evitan involucrarse con las cuestiones de la gestión del dinero, finalmente terminan relegando poder, lo que condiciona y limita la independencia que supone ganar su propio dinero, tener sus ingresos.
– ¿Contribuye a alimentar mitos el hecho de que en la publicidad se la sigue mostrando como una gastadora que le oculta al marido lo que hizo, es un reflejo de la realidad… o ambas cosas?
– La mujer gastadora es un mito y al marketing usa esa imagen. La mujer gasta más porque compra más, pero porque se hace cargo de las compras del resto de la familia y compra en nombre del padre, de los hijos y para toda la casa. No necesariamente que compre más significa que gaste más.
LOS TIPS DE CECILIA
Algunos tips para empezar a independizarnos o a tomar decisiones (y hacerlas valer), seamos solteras o estemos casadas.
* Las mujeres tenemos que empezar por valorar nuestro trabajo y nuestro tiempo, y reconocer nuestra capacidad de generar valor y que nos paguen por ello.
* Somos nosotras mismas las que debemos alentarnos a pelear mejor nuestras remuneraciones, amigarnos con el éxito y reconocer la importancia del dinero que ganamos, sin culpa.
* Si queremos una casa para nuestros hijos o pagar una buena educación para ellos, debemos valorar el dinero como un medio para obtener esos objetivos.
* Hay que tomar decisiones alrededor del dinero. Vale pedir consejos, asesoramiento y ayuda, pero si queremos tener independencia verdadera, las decisiones deben ser nuestras.
* Descansar en que el hombre de la casa administra el dinero y decide cómo y en qué se gasta es construir nuestra independencia sobre una base de barro.
Texto: Florencia Romeo.