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29 de febrero, 2016

¿Malbec o cabernet? Cepas, maridajes y secretos del vino para elegir el mejor para cada ocasión

¿Qué vino elegirías para una cita a ciegas? ¿Con cuál sorprenderías a un bonvivant? ¿Con qué cepa marida mejor ese plato exquisito que preparaste? Todo lo que necesitás saber para disfrutar de este mundo de uvas y cosechas y consejos de "La vuelta al mundo en 80 copas", de la Escuela Argentina de Sommeliers.

 

El mercado del vino crece y se diversifica tan rápido que asombra. Por eso, muchas veces probamos un vino que nos gusta y no nos animamos a cambiarlo, mareadas por el sinfín de opciones que hoy encontramos en las góndolas del súper. Acá te contamos algunos tips para que empieces a indagar y disfrutar más de uno de los reyes del mundo gourmet.

-Tres tipos de vino: una primera selección rápida para iniciarse es reconocer la identidad de una botella. Para esto, hay una clasificación rápida: el varietal, que se define por la uva; el terroir, que expresa su lugar de origen; y el de autor, que es  producto de una creación y una búsqueda, con un mix de tiempos, colores, notas y texturas especiales.

-¿Más viejo es mejor? La masificación del consumo gourmet del vino no va de la mano con el conocimiento. Y hay muchas confusiones alrededor de cómo y cuánto conservar vinos en casa. Hay vinos de cosechas anteriores que pueden guardarse para que sigan evolucionando, pero en general pertenecen a un segmento de alta gama. El resto, la mayor parte de los que se comercializan, están pensados y producidos para ser consumidos cuando salen al mercado.

-Condiciones de guarda: ¿Compraste un buen vino y lo guardás para una ocasión especial? Ojo, porque cuando lo descorches podés llevarte una sorpresa si no lo conservaste en las condiciones adecuadas: se necesita  una temperatura constante de 13°, luz tenue, usencia de vibraciones y humedad del 80 %. Por lo tanto, mejor no acumular y comprar para la ocasión.

-Vinos románticos: el vino es por definición una bebida romántica, que invita a compartir, a brindar, a jugar con la copa, a seducir. Pero sin duda que hay algunos que lo son más que otros: los espumantes están primeros en la lista –aunque son todo un mundo aparte, y en otra nota les vamos a contar cómo reconocerlos y diferenciarlos-; y entre los tintos hay uno en particular que es el francesísimo Pinot Noir, una cepa gentil, dócil y de una seducción embriagadora pero suave. Oriundos de la bella y exclusiva zona de La Côte d’Or, en la Burgogne francesa, de donde también vienen las uvas del clásico Chardonnay, los dos son perfectos para una primera cita y, quién sabe, para un romance duradero.

-Maridajes: los tintos con los quesos y las pastas, los blancos con los pescados y mariscos, el champagne con los dulces… Durante años se establecieron correspondencias estrictas respecto de cómo y qué. Por supuesto que hay una afinidad de sabores y que estas parejas son adecuadas. Pero como con la cocina, experimentar es parte del juego y del placer. Así que hay que animarse a combinar y encontrar el propio justo. Eso sí, si van a hacer un asado, ¡que sea con Malbec! La uva top de la Argentina –que cautiva al mundo- es el acompañamiento ideal para la carne roja y sobre todo para una parrillada gourmet. 

-SOS, ¿cómo sorprender a un bonvivant? No es fácil satisfacer a un conocedor de vinos, y menos aun a aquellos que además de saber son unos exquisitos de este mundo. Pero se puede ir a lo seguro –aunque caro, claro- que es buscar un buen vino francés. Y si hablamos de lo mejor que la tierra gala ha dado, hay que hablar de Burdeos (Bourdeaux) y de los Premiers Grands Crus Classés. Entonces, par aun éxito seguro, ir en busca de alguno de ellos. Si no, quedan dos opciones: buscar una vinoteca de confianza y con gente conocedora, o simplemente preguntarle al invitado –si hay confianza- qué vinos prefiere o le gustan. Si uno lo hace con la comida, también puede hacerlo con el vino. En lo que no se puede fallar es en no tener copas que estén a la altura para servirlos.

-Probar, probar y probar: el primero e todos los secretos para empezar a conocer los vinos y elegir el mejor para cada uno y para cada ocasión es degustar. Así que el desafío es animarse a comprar uno diferente cada vez, hacer degustaciones en casas, tomarse el tiempo para percibirlos y saborearlos.

Fuente: La vuelta al mundo en 80 copas. Editorial Albatros.