En los últimos años, la ecología ha cobrado protagonismo en el mundo entero y la moda no es un lugar ajeno. Ya desde las últimas ediciones, el epicentro de las nuevas tendencias y las mejores pasarelas, el New York Fashion Week tiene su espacio dedicado a las marcas que tienen como eje e identidad el crear moda cuidando el medio ambiente, a través del comercio justo y con materias primas naturales y regionales.
En la última edición, tres marcas cautivaron al público:
Edun: creada por Bono y Ali Hewson en 2005, esta marca utiliza materiales africanos obtenidos bajo el lema de comercio justo. En el 2008 junto con la organización Invisible Children y WCS crean la organización Conservation Cotton Initiative Uganda (CCIU) mediante la cual crearon plantaciones de algodón orgánico en Uganda y ya producen más de 80.000 kg de este material, luego de haber introducido el concepto de cultivo orgánico a unos mil granjeros.
Este otoño invierno 2016-2017, la marca presentó una colección inspirada en la cultura ancestral del Kuba Kingdom, del Congo, pero con una interesante impronta minimalista, con cortes esculturales y tonos asociados a la naturaleza: gris piedra, marrones, verdes, blanco y toques de amarillo.
Rodarte: la empresa de las hermanas Mulleavu presenta prendas ecofriendly porque usan tintas no tóxicas y naturales, que no contienen ningún químico y que se asientan sobre algodón o seda también naturales. Estas hermanas diseñadoras saltaron a la fama al hacer el vestuario de la película El Cisne Negro de Darren Aranofosky.
Su última colección es un conjunto de prendas con un estilo rudo y dulce al mismo tiempo, chaquetas de cuero con piel de oveja como contrapunto y prendas de delicado encaje, logrado siempre sobre fibras naturales. La trilogía simbólica de los tonos negro, blanco y rojo fue la que distinguió la colección que parece sugerir historias de cuentos de misterio.
Suno: Es una de las grandes marcas americanas que fue creada por Max Osterweis y Erin Beatty en 2008 y lanzada al mercado oficialmente en 2009 con el objetivo de colaborar con la economía de Kenya. Sus diseños, de corte globalizado, son producidos en Africa, Perú e India con materiales locales reciclados y fabricados en industrias susentables de Kenya, bajo el lema de cuidado del medioambiente.
Lo más nuevo que presentó esta marca en el Eco New York Fashion Week fue una colección de cortes actualísimos y globalizados, donde predominó el cuadrillé, muy occidental junto a prints rayados que evocan el ambiente africano o bien estampas inspiradas en la naturaleza.