Este sitio funciona únicamente en las ultimas versiones de los navegadores.
Por favor, actualizá tu navegador.

Suscribite a nuestros newsletter - enterate de todas nuestras noticias

Quiero suscribirme a...




Search
3 de julio, 2016

¿Estás embarazada? Tips para la alimentación de los primeros mil días de tu bebé

La licenciada en Nutrición Gabriela Olagnero explica la importancia de la alimentación de las mujeres embarazadas y da consejos para una gestación saludable.

 

La maternidad comienza en el momento de la concepción. En esta circunstancia, se emprenden los primeros mil días del bebé, una ventana de oportunidad para construir una vida saludable e influir en su salud futura. El rápido crecimiento y desarrollo del bebe durante el embarazo, la lactancia, alimentación complementaria y hasta los dos años de edad, implican un aumento de la necesidad de nutrientes. Por lo tanto, es esencial asegurar una alimentación adecuada y completa durante este período crítico para garantizar su máximo potencial físico, intelectual y emocional.

Durante el embarazo es necesario que la madre lleve una dieta completa y equilibrada para proporcionar al bebé los nutrientes indispensables para que crezca sano y para construir reservas para el período de lactancia. Se recomienda consumir:

Cereales, harinas y legumbres: preferir siempre los integrales y moderar el consumo de panificados. Estos aportan energía para el crecimiento del bebé.

Verduras y frutas: 5 porciones al día, utilizando verduras y frutas cocidas y crudas (prestando especial atención a su higiene), de diferentes colores. Una de las frutas debería ser un cítrico. Estos alimentos brindan minerales, vitaminas y fibra.

Lácteos: se recomiendan 3 porciones de lácteos por día. Son la principal fuente de calcio.

Carnes y huevo: se recomienda variar entre carnes blancas y rojas, seleccionando cortes magros y retirar la grasa visible antes de su consumo. Pueden incorporarse hasta 3 huevos semanales y se sugiere el consumo semanal de pescados. Aportan hierro y proteínas de excelente calidad y omega 3.

Aceite: es necesario por su aporte de grasas saludables, se recomienda consumirlo crudo como condimento.

Hidratación: se recomienda consumir 8 vasos de agua por día, también pueden incorporarse caldos de verdura, jugos naturales o licuados de frutas con agua o leche, e infusiones suaves como té o mate cocido, evitando el exceso de café y el consumo de alcohol, ya que resultan inadecuados para el bebé.

Actividad física: es importante realizar actividad física diariamente. Esto ayudará a aumentar de peso en el embarazo de manera adecuada.

Lactancia: la leche materna es el mejor alimento para el bebé, ya que contiene todos los nutrientes necesarios y lo protege contra enfermedades e infecciones. La Organización Mundial de la Salud, recomienda una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad. Para una lactancia exitosa, se deben continuar con los hábitos alimentarios adquiridos en el embarazo, evitar dietas restrictivas, hidratarse correctamente y recordar que la producción de leche implica un gasto energético y una necesidad de nutrientes mayores a las del embarazo.

A los 6 meses del bebé: el desarrollo neurológico y digestivo del bebé es adecuado para comenzar con la introducción de alimentos que complementen la leche materna. En esta etapa, el bebé incursiona en un mundo de nuevos sabores y texturas. Cada comida implica un nuevo aprendizaje, por lo que es importante que quien lo alimente se encuentre sereno y explique al bebé qué es lo que le va a ofrecer.  Se debería comenzar por papillas de cereales o vegetales enriquecidos con leche materna o fórmula recomendada por el pediatra. Se sugiere agregar a la papilla 1 cucharadita de aceite y alimentos ricos en proteínas (carnes o huevo)  primero procesados y luego, en pequeños trozos.

A partir del año: el bebé se incorpora a la mesa familiar. Este es un período en el que los requerimientos nutricionales de los niños son elevados para hacer frente a su rápido crecimiento. Las comidas que se ofrezcan deben contener todos los grupos de alimentos en cantidades adecuadas. Se recomienda no agregar sal ni azúcar a las comidas debido a que gran parte de los hábitos de la adultez surgen de esta etapa. De esta manera también cuidamos su salud futura.

Lo que hagas y comas durante los primeros mil días hace la diferencia para el resto de su vida.

Más información: www.nutriacademia.com.ar