Acordonadas, con abrojos, con suelas aireadas y las clásicas de lona. Hay de todo en el mercado para que puedas elegir. Pero hay que estar muy atentos ya que, con la vuelta al cole, se convierten en el calzado principal de los chicos y es importante tener en cuenta algunas cosas:
- Tienen que ajustarse perfectamente en amplitud y longitud a las características anatómicas del pie.
- Deben ser del tamaño justo, no más grande para que dure más, ya que esto dificulta el andar y puede lastimar el pie.
- El talón no debe superar los 3-4 centímetros para evitar cargar en exceso la parte anterior del pie y forzar las curvaturas de la columna vertebral y la posición de la cadera.
- En el caso de pequeños con tendencia a los esguinces de tobillo, el calzado indicado es aquel que posea talón alto
- La suela debe ser capaz de absorber el impacto (con un espesor mínimo de 10 milímetros), ya que los chicos pasan mucho tiempo caminando, corriendo y saltando.
- El sistema de sujeción tiene que ser mediante cordones o velcros. Un zapato inadecuado puede ser el origen de un gran número de patologías, como deformación del pie, callosidades, dedo en martillo, juanetes y futuros dolores en la cadera.
- No dejarse atraer sólo por el diseño y la moda.
- Asegurarse que el calzado no produzca fricciones ni presiones en el pie, los dedos deben poder moverse al andar.
- Dentro de lo posible, realizar la compra por la tarde, ya que los pies están más hinchados.
- Deben medirse los dos pies juntos, y si el número es diferente, se debe elegir el del pie más grande.
- Los niños en edad escolar necesitan calzado cómodo, con la parte de atrás rígida para contener el tobillo, y el frente cuadrado o redondeado.
- Mínimas costuras internas. Para evitar roces que puedan lastimar su pie.
- Suela flexible. Le permite al pie un movimiento natural y cómodo.
- Suela con dibujo. Gracias a su diseño, garantiza un paso con mejor adherencia al piso.
- Puntera ancha y alta. Le permite a los dedos del pie una mayor libertad de movimiento.