La esencia del dolce far niente, representada en pueblos encaramados sobre acantilados de vértigo, se extiende a lo largo y ancho del golfo de Salerno. Pueblos de belleza única que bordean sobre el Mar Mediterráneo con las casas como encimadas a punto de caerse en un infinito de curvas y contracurvas que, por lo único e irrepetible, es parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El viaje comienza en Nápoles; punto de partida para llegar a ciudades como Sorrento, Positano, Amalfi y Capri. Bajo la atenta mirada del volcán Vesubio, discurre la red de cercanías Circumvesubiana. En tan solo 20 minutos, el viajero puede desconectar del caos napolitano. Otras posibilidades para llegar a la Costa Amalfitana son los ferries exprés y los aerodeslizadores.
El circuito
El viaje hasta Sorrento (o Surrentum según el dialecto local) está lleno de curvas. Apenas hay 25 kilómetros entre los diferentes enclaves pero las distancias aumentan por una carretera serpenteante. Sorrento huele a cítrico. Las estrechas calles, de esencia mediterránea, están llenas de limones de gran tamaño. Esta ciudad es la principal productora de Limoncello; uno de los licores italianos más conocidos de todo el mundo. Imprescindible almorzar o cenar unos gnocchis a la sorrentina en una de las muchas trattorias con vistas al mar. Al fondo, Nápoles y el Vesubio. A la derecha, las islas de Ischia y Prochida y a la izquierda, Capri.
Con la vista aún en Sorrento, llegamos a una localidad colorista y alegre: Positano. La energía positiva se nota en las calles. Las casas, construidas sobre un barranco en escala, están pintadas de azul, blanco, rosa, amarillo, verde, naranja… ¡un arcoíris hecho ciudad! Frente a las costas de Positano está Li Galli o Le Sirenuse, un archipiélago de pequeñas islas que según las leyendas amalfitanas fueron habitadas por sirenas.
La carretera hasta Amalfi continúa desde Positano. Sin embargo, la mejor opción es un fast-ferry directo. Amalfi tiene una presencia majestuosa dominada por la catedral Sant Andrea: una joya arquitectónica neo gótica. La mejor forma de conocer Amalfi es paseando. Piérdete por sus calles y disfruta de la intensa vida comercial. En cada esquina hay pescaderías, fruterías, ultramarinos, salumerías , el tiempo se detiene e invita al deleite.
En este punto del viaje, te faltará muy poco para enamorarte de la Costa Amalfitana. La expedición termina en la Isla de Capri; lugar de vacaciones de la jet-set americana durante los años 60 y 70. Capri y su hermana pequeña Anacapri está llena de rincones encantadores. No puedes irte de allí sin “sumergirte” en la Grutta Azzura: una cueva en cuyo interior descubrirás un intenso mar azul que nunca olvidarás. Durante todo el año, agencias de viaje, empresas y touroperadores organizan excursiones directas desde el Puerto de Capri a la gruta azul.
QUE HACER Y VER EN LA COSTA AMALFITANA
Visitar el pueblo de cerámica “Vietri sul mare”
Es el primer pueblo que encontraran viniendo desde Salerno, y por eso es llamada “La Primera Perla”. La principal atracción de Vietri sul Mare es su producción de cerámica: una tradición ancestral que se pasan los habitantes de este pueblo de generación a generación. Caminando por sus callejuelas notarán lo que significa la cerámica en este pueblito, pues todas las casas contienen “algo” de cerámica adornando su fachada: sea un plato, un vaso o una verdadera composición artística de cerámica; Incluso la Iglesia del pueblo, dedicada a San Juan Bautista lo demuestra. Obviamente no se puede faltar a uno de los talleres donde fabrican y venden cerámica y ofrecen demostraciones a los turistas curiosos.
Visitar la antigua república marinera de Amalfi
El Encantador pueblo de Amalfi es sin lugar a duda el centro neurálgico de toda la Costa, y es por este pueblo que se le da el nombre de “costiera Amalfitana”. Amalfi jugó un rol muy importante en la Historia, incluso desde el momento de su creación: narra la leyenda que fue el mismo Hércules a fundar la ciudad como regalo a una amante princesa que tenía los ojos tan azules como el azul del mar del lugar. Sea verdad o mentira, Amalfi fue siempre un centro marino importante, tanto fue su poderío que era la capital de la antigua “República Marinara de Amalfi”. Es por eso que su historia y sus paisajes hacen de esta ciudadela una meta tan famosa y turística.
Ser parte de la élite artística mundial en Ravello
Ravello es otra de los pintorescos pueblos de la Costa Amalfitana, y ha sido considerada por muchisimos artistas como la “Casa de las Musas” pues aquí han encontrado las mas sublimes inspiraciones para el arte. Es por eso que aún en Ravello se siente ese aire artístico e intelectual, con sus numerosos ateliers perdidos entre las callejuelas. En Ravello además encontrarán numerosos palacios y Villas que merecen la pena visitar como Villa Cimbrone y Villa Rufolo, además de su Catedral y las demás iglesias del pueblo.
Visitar la Cueva de Esmeralda en “Conca dei Marini”
Conca dei Marini es un pequeño pueblo de la costa Amalfitana que además de sus numerosos patrimonios arquitectónicos tiene uno de los lugares más hermosos de toda la Costiera: La Cueva de Esmeralda: Una grande cueva ubicada en la costa a la que se accede por botes desde el mar. La poca luz que se filtra a través de la cueva crea en sus aguas una degradación de colores que pasa del azul oscuro hasta el verde turquesa. Realmente Impresionante, vuestro pensamiento será de haber llegado al paraíso.
Escuchar el furor del agua en Furore
Escondido en medio de las montañas de la Costa Amalfitana se encuentra este pequeño pueblo llamado “Furore”, ubicado en lo más profundo y en lo alto de un Fiordo natural desde donde se observan uno de los paisajes naturales más hermosos de la Costa.Una de las cosas más curiosas de Furore es el sonido que causa el mar cuando penetra en el fiordo: es como un rugir furioso de un gigante, y es tal vez por eso que la ciudad se llama “Furore”. Caminar por Furore es también una experiencia inolvidable: la calma de sus callejuelas, la absoluta simbiosis de la gente con la naturaleza.
Sentir la esencia de la italianidad en “Positano”
Positano es tal vez el pueblo que más caracteriza la Costa Amalfitana, la más popular, más pintoresca y la más visitada de todas. En ella encontrarán varias playas con un mar cristalino, pero que se encuentran muy concurridas durante los meses de verano. Pero Positano no son solo bonitas playas, en su pueblo encontrarán un sinfín de tesoros por visitar como las “Torres Saracenas”, la Iglesia de Santa María Teresa, caminar por las localidades de Montepertuso y Nocelle, y perderse por sus callejuelas llenas de negocios y talleres artesanales. La Principal producción artesanal de Positano son artículos de cuero, específicamente Sandalias: encontrarán sandalias de cuero de los más variados tipos y colores, tallas y medidas… Visitar Positano es sentirse parte de Italia pues en sus calles se respiran todos esas cosas que se llega a amar Italia.
¡Extra, extra!
Pero la Costiera Amalfitana no es solo esto… Hay muchísimos otros lugares que vale realmente la pena visitar como Atrani con sus hermosas Iglesias, Praiano con su mirador, Scala, el pueblito más viejo de la costa, o las bellisimas Maiori y Minori con sus sugestivos centros históricos y sus villas romanas del siglo I.
Fuente: National Geographic / Atlantida Travel.