Luciana Ayelén Plotinsky tiene 34 años, es periodista y trabaja en una agencia de comunicación y representación de talentos desde hace más de 10 años. Pero hace unos años, con sus dos hijos muy chiquitos y trabajando todo el día, decidió estudiar pastelería, una pasión infantil que nunca abandonó pero que decidió tomarse en serio. Así fue como hace un año y medio se recibió y quiso ir por más: creó Pastelu, un emprendimiento de cosas ricas, dulces y lindas. Actualmente estudia Diseño y decoración de tortas. Todo eso se combina con la crianza de sus hijos Thiago, de 7 aos, y Mateo, de 3, y la ayuda de su esposo, también periodista, Mauro Fulco.
-¿Cómo y cuándo empezaste con PasteLu?
-A fines de 2016, mientras estudiaba pastelería mis conocidos empezaron a encargarme tortas y cosas ricas, con mi esposo nos sentamos y dijimos, démosle un sentido a esto. Buscamos el nombre, logo y ahí comenzamos.
-¿Por qué decidiste volcarte a la pastelería?
-Siempre fui la encargada de hacer las tortas para los cumpleaños. ¡De chiquita jugaba a Utilísima! ¡Le hablaba a la pared! Hasta que dije, basta de gastar por gastar y hacer recetas de manual, voy a invertir en estudiar, en capacitarme y crear. Siento que la comida dulce alegra a la gente, que la cocina es una entrega total. Aunque venda a alguien que no conozca, yo cocino pensando en la satisfacción de esa persona. Cuando entrego tortas infantiles y después me mandan la foto de la carita del nene mirándola es la mayor satisfacción.
-¿Cómo combinaste maternidad, trabajo y ponerte a estudiar algo más?
-Muy difícil, sin el apoyo de Mauro, mi marido y de mis hijos no hubiera sido posible. Por suerte cuento con mi suegra y mama. Trabajar 7 horas, estudiar, cocinar de noche, ser esposa, madre y hacerse cargo de la casa es complicado! El primer año fue muy caótico, sufrí bastante, pero me sirvió de aprendizaje. Sigo aprendiendo. Con el tiempo logre acomodarme un poco. Trato de amortizar el tiempo sin sufrir. Además, amolde mi pequeña casa a una panadería, y todos tuvimos que adaptarnos.
-¿Qué es lo que más te gusta de encarar algo propio?
El desafío, la independencia de elecciones, la libertad de crear, canalizar mi creatividad, ponerle pasión a un proyecto propio. Siento que no hay límite para crear proyectos.
-¿En qué momento lo hacés?
-¡Hago las cosas en cuotas! Tengo un almanaque donde me voy anotando todo. Por ejemplo, para hacer una torta decorada. Me despierto y hago el bizcochuelo. Cuando vuelvo del trabajo lo relleno y cuando todos duermen en casa lo decoro.
-¿Tus hijos se enganchan en cocinar con vos?
-Mis hijos aman cocinar, el menor además ama comer. Entra a casa y me dice: “Mami, hoy hiciste budín de banana”, por ejemplo. Tiene el olfato afilado. Me gusta porque tienen tips de pasteleros, por ejemplo cómo se integra, cómo se bate o el detalle de siempre poner un trapo abajo del bowl. Encontré una hermosa manera de vincularme e integrarlos en mi proyecto. Una vez por semana mencionan de qué personaje será la torta de sus próximos ¡5 cumpleaños! Siento que mis hijos me ven con otros ojos ahora, que su mamá tenga un kiosco en casa, como dicen ellos, los llena de orgullo. Les cuentan a todos.
-¿Cuáles son los productos que hacés y vendés?
-Me gusta que en los productos se sienta la dedicación y el amor que le pongo. Hago pastelería y decoración. Pastelería Tradicional e Internacional: Lemon Pie, Tartas, Tortas, Cheeskace, masas secas, genoise, budines. Panificados: Pan dulce, panes, bizcochitos, además, chocolatería, mesas temáticas, cookies. Tortas decoradas infantiles y para adultos.
Para las fechas festivas especiales me gusta brindar opciones de regalos. Que transmitan amor y sean ricos.A corto plazo estoy proyectando dar cursos de pastelería y organizar animación infantil.
-¿Te imaginás dedicarte sólo a esto en el futuro?
–Es difícil dar el salto a ser independiente. Siempre tuve mi sueldo depositado el 1ro de mes. Me cuesta imaginarme, pero me sigo preparando para en algún momento hacerlo. Creo que la seguridad me la va a ir dando la experiencia y la capacitación.