Antes de comenzar a proyectar, el arquitecto Fabrizio Pugliese indagó sobre las distintas formas de habitar una casa en la región pampeana. De ahí su interés por el fuego, el agua, la terraza, las sombras, el viento y las intensidades de la luz. “El concepto proyectual se resume en generar los diversos espacios interiores y exteriores a través de planos verticales, que son los muros blancos y horizontales, con la cubierta”, explica el proyectista.
Trabajar con planos verticales definidos busca proteger a los habitantes de la casa de los fuertes vientos que soplan del sur, y otorgar privacidad para espacios exteriores. También le permite un juego lúdico al generar recortes del paisaje a través de perforaciones en lugares puntuales donde se podría ver un árbol o una parte del lago.
“Estos muros blancos fueron materializados del mismo modo tanto en interior como en exterior para así borrar este límite”, aclara el arquitecto. Están revestidos con un material blanco rugoso que remite a las tradiciones constructivas locales como el salpicrete y el ladrillo pintado de blanco.
Mientras que en el interior, uno de los planos verticales es un mueble, también blanco, que divide al mundo privado del público, generando una aislación acústica.
Por otro lado, a partir de un estudio con maqueta en un dispositivo especial que reproduce el recorrido del sol (heliodón), se definieron las medidas de los aleros que proyectan sombras hacia la galería, en verano y que permiten el ingreso de sol en invierno aprovechando el efecto invernadero. De ese modo, un recurso de diseño puede reducir la energía destinada a la climatización de la vivienda.
La cubierta extendida en un plano horizontal protege de las lluvias y que permite acceder a la terraza para contemplar el horizonte. Un volumen estrecho y alargado que atraviesa la losa contiene la escalera que vincula a la planta baja con la azotea. Este es el vínculo entre el plano horizontal y los planos verticales.
La estructura de la casa está conformada por un sistema de columnas delgadas (10×10 centímetros) realizadas con dos perfiles de hierro, y un conjunto de vigas que las vinculan entre sí. “Este recurso permitió darle independencia a la cubierta de los muros y así poder generar una abertura para el ingreso de luz natural en todo el recorrido de la pared”, explica el Pugliese. Las paredes se construyeron “en seco” con perfiles metálicos.
El piso de la vivienda en su totalidad es un alisado de cemento practicado sobre la platea. Mientras que el cielorraso está conformado por un entablonado de madera natural (sin cepillar) para evidenciar las fibras y destacar su rusticidad. “Estos materiales dieron un costo muy bajo por metro cuadrado, siendo también una de las premisas de la vivienda”, concluye el arquitecto.
FICHA TÉCNICA
Casa San Vicente
Proyecto: Arquitecto Fabrizio Pugliese
Ubicación: San Vicente, Buenos Aires, Argentina.
Año: 2016
Superficie construida: 192 m2
Fotografías: Federico Kulekdjian