¿Alguien que haya tenido la chance de visitar Roma no pasó por la Fontana i Trevi? ¡Imposible! Es que esta maravilla arquitectónica-artística es el símbolo de la ciudad pero además es algo que no puede dejar de verse porque es realmente inolvidable, majestuosa y todos los adjetivos de belleza que uno pueda imaginar.
Según la leyenda, fue una misteriosa doncella la que indicó al general Agripa el emplazamiento del manantial, en las afueras de Roma. Para traer el agua a la ciudad, Agripa construyó un acueducto (terminado el año 19 a.C.), que en honor de la doncella se llamó Acqua Virgo.
La monumental fuente que hoy admiramos fue construida en el siglo XVIII por un hombre casi desconocido, llamado Nicola Salvi, que sorprendió a todos con este diseño asombroso. Los trabajos para su construcción se prolongaron durante 30 años y acabaron arruinando la escasa salud de Salvi, que murió sin poder acometer otros proyectos y sin ver terminada su hermosa fontana. De hecho fue finalizada en 1762 por el escultor Giovanni Pannini, quien sustituyó las antiguas esculturas por unas más sencillas de Agripa y Trivia.
Una de las características destacadas de la Fontana di Trevi es el contraste entre la monumentalidad de la fuente y la estrechez de la plaza en que se encuentra: tan escondida entre callejuelas que cuesta trabajo encontrarla. Se pretende suscitar la sorpresa del turista, que queda fuertemente impresionado cuando se topa de bruces con la fuente.
No es casualidad que sea aquí donde surgió la costumbre de arrojar una moneda al estanque para asegurar el retorno a la Ciudad Eterna. Todos saben que el rito carece de fundamento, pero ¿cuántos son capaces de resistirse?
La visita lleva el tiempo que cada uno quiera: desde 5 minutos a media hora o todo lo que quieras y puedas quedarte admirándola. Un consejo: pasar por allí al menos un par de veces: una de día, con el monumento lleno de gente, y otra por la noche, cuando la magia se vuelve especial.
Las esculturas una a una
- Domando las Aguas es el nombre de la iconografía representada en la fuente, en ella podemos contemplar una conjunción perfecta entre agua y roca.
- Pietro Bracci fue el creador de la estatua central, Neptuno. El artista juega con las luces y las sombras sobre la figura principal enmarcándola bajo un arco del triunfo y rodeándola de columnas, de ahí que su visita cuando cae el sol sea obligada.
- Neptuno aparece flanqueado por la estatua de la Abundancia que porta una cesta cargada de fruta, y la Salubridad en la que vemos como una serpiente bebe de su copa. Sobre los tres, vemos bajorrelieves que evocan a épocas romanas y al origen del acueducto.
- Al frente de la fuente de trevi podemos ver como dos tritones guían los caballos alados que arrastran la concha sobre la que viaja Neptuno y hacen sonar una caracola para que se abra paso al Dios de las Aguas.
Lanzar una moneda a la Fontana di Trevi de Roma pidiendo deseos
Existe más de una leyenda de la fontana di trevi sobre el ritual de tirar monedas, quizás la más popular es la que dice que si lanzas una moneda con la mano derecha, de espaldas a la fuente y sobre el hombro izquierdo, regresarás a Roma.
Para quien busque enamorarse puede lanzar dos monedas y encontrará el amor de un italiano o italiana y si lanza tres se casarán.
Lo más habitual es lanzar una moneda de espaldas a la fuente y pedir un deseo antes de que la moneda toque el agua por todos los turistas de la ciudad italiana.
Cada año es más el dinero que el ayuntamiento recoge de la fuente. Por ejemplo en 2011 se recogió casi un millón de euros en monedas. En 2015 se estima que la cantidad llegará a ser prácticamente el doble y con ese dinero se subvencionan varios servicios públicos como restaurantes para gente necesitada.
Estas costumbres, algunas popularizadas por películas en la fuente de Italia, nacen de un ritual ancestral que se ha desvirtuado a lo largo de los siglos, donde realmente lo que se hacía era agradecer con un obsequio a la divinidad acuática por algún favor obtenido.
Monumentos cercanos
Palacio del Quirinal. El Quirinal es una de las siete colinas de Roma. Los Papas escogieron la parte alta de esta colina para construir su residencia de verano, por su posición bien ventilada. Los trabajos comenzaron a finales del siglo XVI y se prolongaron durante siglo y medio.
En 1870, cuando los Papas perdieron los Estados Pontificios y Roma se constituyó en capital de Italia, el edificio se convirtió en Palacio Real de la Casa de Savoya. Actualmente es la residencia oficial del Presidente de la República (Sergio Mattarella desde 2015).