MATERIALES
- Pintura en espray o aerosol.
- Tarros de vidrio de conservas, legumbres, mermeladas… los que más les gusten. Previamente los limpiaremos bien, lógicamente, y les quitaremos las etiquetas.
- Animalitos pequeños, comprados en cualquier juguetería. O robots, o clicks de Playmobil, o Pitufos…
- Pegamento extra fuerte.
PASO A PASO
- Empezaremos por proteger la superficie sobre la que trabajaremos con un cartón o papel grande, que si no va a quedar un entorno de lo más multicolor al final del proceso.
- Ahora a aplicar el aerosol: empezaremos aplicándoselo a la parte inferior de las figuritas, la que, una vez estén enganchadas a las tapas, vaya a resultar más inaccesible. Es decir, vamos a empezar pintándoles la base.
- Una vez aplicada, dejamos secar bien, aunque esta pintura seca muy muy rápido. Seguidamente, le daremos una primera capa general de espray a la superficie completa de las figuras, y dejaremos secar de nuevo.
- Cuando estén bien secos, los iremos enganchando uno a uno en sus correspondientes tapas. Para ello, aplicaremos el pegamento con muuuuucho cuidado en la base.
- Con el adhesivo ya aplicado, colocamos cada animalito en su tapa, rápidamente pero con cuidado de que quede bien centrado… Y dejamos secar.
- Una vez estén unidos para siempre, ¡otra vez el aerosol! Ahora a todo: animal y tapa.
- Seguramente deberás dar varias capas de pintura, sobre todo en los laterales de las tapas. Es importante dejar secar bien entre aplicación y aplicación, para aseguraros a ciencia cierta de los puntos que necesitan mejorarse.
- Cuando ya estén bien secas, bien pintadas las tapas, sin huecos en blanco, sin fallos… ¡ya tendremos listos nuestros preciosísimos tarros con animales!
Fuente: selfpacking.es