El deseo de emprender no siempre obedece a una necesidad económica. Ni siquiera a la falta de una vocación. Y muchas veces puede abrir puertas inesperadas y caminos que traen otras satisfacciones cuando lo demás ya está. Eso le pasó a Paula García (47), periodista y conductora del canal de noticias TN, donde conduce junto a Ricardo Canaletti Metadata, el noticiero que va de lunes a viernes de 14 a 18. Antes estuvo en radio Continental, en Canal 9 y en C5N. Y pasó muchos años trabajando como cronista en los móviles. En la calle, cubriendo noticias, conoció a su marido desde hace 22 años, Marcelo Dell‘Isola, camarógrafo de Telefé Noticias. Y juntos iniciaron un emprendimiento de aceite de oliva.
¿Cómo nació el proyecto del aceite de oliva?
-Con Marcelo siempre estamos buscando cosas para hacer, desde hace muchísimo tiempo nos interesaba meternos en el negocio del aceite de oliva, no sabría decirte bien por qué, finalmente se dio hace 4 años cuando decidimos encararlo seriamente. Gracias a una amiga que se fue del trabajo y nos pidió que encararemos algún emprendimiento juntos empezamos a averiguar bien cómo era el negocio y nos metimos de lleno. Ella finalmente no se enganchó y a nosotros ¡nos cambió la vida!
-Se mandaron con un rubro que no es nada fácil: ¿cómo fue el proceso de aprender, empezar, llegar al mercado?-Tuvimos que aprender todo, desde el proceso, los varietales, las calidades, la administración, etc. Viajamos a Mendoza buscamos mucho y hoy con mucho esfuerzo, los dos además tenemos nuestros trabajos en los medios, podemos tener nuestra marca.
-También dedicás tiempo a trabajo solidario…
-¡Siiii! Y me hace muy feliz. Integro junto a otras chicas Mamis Solidarias, una ONG con la que ayudamos a chicos en situación de vulnerabilidad. Todo el tiempo que tengo libre (y el que no, ¡también!) trabajo para Mamis. Hoy tenemos más de 500 chicos a los que asistimos en cuatro merenderos, dos de Ezeiza y dos de Esteban Echeverría y dos aldeas guaraníes y dos escuelitas rurales en Bonpland, Misiones. Asistimos con alimentos, ropa, útiles, juguetes, etc. Damos talleres de apoyo escolar, festejos de cumpleaños y días especiales, entre otras cosas. Tratamos de no sólo dar asistencia material sino transformar un poquito el presente y brindarles la oportunidad de pensar en un futuro. Nos pueden seguir en FBK o en nuestra web www.mamissolidarias.org.ar conocer nuestro trabajo y sumarse. Nuestro lema es #poquitoesmucho y estamos convencidas de eso, un pequeño esfuerzo de todos y ¡podemos cambiarle la historia a un nene!
-En las redes sociales también aprovechás para colaborar. ¿Sentís que el ser una persona conocida es un privilegio que tenés que aprovechar para apoyar y difundir algunos mensajes, apoyar causas en las que creés, etc.?
-Absolutamente, nuestro trabajo además tiene que servir para dar visibilidad a tantas causas importantes. No cuesta nada y puede hacer la diferencia.
-¿Qué tiene más de hobby y que tiene más de trabajo entre tus dos ocupaciones?
-Todo lo que hago me da placer y gracias a Dios puedo combinarlos. No paro, pero me hace feliz cada una de las actividades, que además compartimos en familia. Trabajamos en los medios, con los chicos compartimos ferias donde promocionamos nuestros aceites de oliva, armamos pedidos y compartimos las tareas solidarias. ¡Así todo es más fácil!
-¿Qué satisfacciones te trajo el convertirte en emprendedora y a la vez en encarar un emprendimiento familiar? ¿No te dio miedo mezclar la pareja con el trabajo?
-Descubrí un nuevo mundo, el del emprendedor. Difícil por un lado, porque en este país no es fácil arrancar y sostener un proyecto, pero descubrí la solidaridad del emprendedor. Todo buen emprendedor comparte sus experiencias, que son muy importantes para cualquiera que se inicia, no importa en qué rubro. Acudimos a los programas de mentoreo del Gobierno de la Ciudad y descubrimos que hay mucho para aquellos que emprenden este camino. Por el lado de la familia, fue maravilloso compartir esto con la familia. Mi marido, mis hijos, mis suegros y ¡hasta sobrinos están embarcados!
-En el futuro, ¿te ves más como periodista o como empresaria?
-Por ahora y mientras pueda, compartiendo las dos cosas. Amo mi profesión, ¡disfruto mucho de lo que hago!
¿QUÉ HAY QUE VER, LEER, OLER PARA SABER SI UN ACEITE DE OLIVA ES BUENO?
- Lo primero que hay que fijarse es que en la etiqueta diga EXTRA VIRGEN o VIRGEN EXTRA (a partir de una nueva disposición en Argentina tiene que decir VIRGEN EXTRA en vez de EXTRA VIRGEN como se conoce en todo el mundo). Esto asegura la calidad, significa que se elabora en las primeras 24 horas en que se cosecha la aceituna y que el aceite es de la primera extracción (prensa o centrifugado, éste es el método más moderno).
- La acidez debe ser inferior al 0,5%. El color no dice nada de su calidad, el olor debe ser frutado, a hierbas.
- A diferencia del vino, el aceite de oliva no mejora con el tiempo. Lo ideal es consumirlo no más de 1 año aunque se puede extender a 18 meses desde su elaboración.
- El sabor va a depender del varietal que se utilice, pueden ser monovarietales (un tipo de aceituna) o blends.
Texto: Ana Césari.