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8 de julio, 2018

Colorido homenaje a la arquitectura mexicana

Desde Nueva York, Belén Moneo y Jeffrey Brock proponen una revisión de la arquitectura vernácula mexicana con esta casa en Monterrey, donde hacen referencia a los maestros Barragán y Legorreta.

 

Frente a un paisaje urbano dominado por la Sierra Madre, omnipresente en el horizonte de la ciudad de Monterrey (México), la Casa TEC 205 se destaca de sus vecinas por sus paredes de estridente azul, amarillo, lila y fucsia. Esta vivienda fue construida como premio del tradicional sorteo que el Tecnológico de Monterrey organiza cada año para recaudar fondos para sus alumnos.

El concepto del proyecto surge de cuatro grandes árboles, tres nogales y un trueno (similar a un olivo), que los arquitectos hallaron en el terreno en su primera visita al sitio: “Su belleza nos cautivó inmediatamente y decidimos que formasen parte del proyecto. La arquitectura de la casa los envuelve, los arropa, los enmarca, los viste y los ensalza. Los árboles, ahora embebidos en la casa, habitan nuevos espacios”, señalan Belén Moneo y Jeffrey Brock.

La vivienda se organiza de manera tal que cada uno de los ambientes se extiende en un espacio exterior que le corresponde y lo amplía. Así, un jardín, un patio o una terraza, aportan a cada espacio interior un paisajismo diferente, un carácter distintivo donde la luz natural ingresa en forma directa, a veces, otras reflejada o tamizada.

Los espacios de la casa quedan delimitados y enmarcados por una serie de muros que se desprenden para desdibujar y esconder la volumetría exterior de la casa. Al extenderse hacia el jardín, las paredes coloridas están dispuestas para que se lean como elementos plásticos, independientes.

“Admiramos y apreciamos el uso de color en la arquitectura mexicana, desde la arquitectura vernácula, a los maestros Barragán y Legorreta, y lo incorporamos en estos muros que caracterizan tanto el exterior como el interior de la vivienda”, destacan los arquitectos.

La casa posee tres plantas y la gran pendiente del terreno permite se ingrese por el piso intermedio, quedando el piso bajo a nivel del jardín pero parcialmente enterrado. Allí están los dormitorios, aprovechando la condición de protección térmica de la tierra para que sean ambientes frescos. Los proyectistas también privilegiaron la ventilación natural, orientando las aberturas para que los vientos predominantes, este-oeste, favorezcan la entrada de aire fresco y salida de aire caliente. “Estas medidas forman parte de las estrategias sustentables de la casa, que buscan reducir su impacto medioambiental”, fundamentan.

La cubierta se organiza como una gran habitación exterior, delimitada por muros y ventanas que enmarcan las fantásticas vistas de los cerros. En el centro de este espacio surge la copa de uno de los árboles existentes, aportando sombra y frescura. Hay también una piscina, lugares de relax y una parrilla que convierten a la terraza en el espacio principal de entretenimiento, accesible desde la entrada mediante una escalera exterior independiente.

 

INTERIORISMO
En el interior el color es nuevamente el protagonista. El pigmento de cada muro se traslada dentro de la casa, poniendo de manifiesto su autonomía.  En algunos ambientes se han empleado papeles pintados con murales vibrantes que aportan color y diseño y, en otros, baldosas mexicanas con patrones geométricos y colores vivos.

Algunos de los productos son diseño de Moneo Brock, como las alfombras (coloridas, geométricas, orgánicas), el biombo PlexiJazz (de acrílico translucido y de colores, en el vestíbulo de entrada), algunos muebles y el gran tapete de 3.10 x 5.45 m que imita las tablas de madera formando un parquet.

También, “se han elegido muebles de grandes diseñadores internacionales y marcas de gran prestigio con otros más comunes pero igualmente bellos”, dicen los arquitectos.

 

SOSTENIBILIDAD
Desde el comienzo del proyecto se han incorporado medidas bioclimáticas para minimizar su impacto ecológico. La casa se forma alrededor de varios patios, generados en torno de árboles existentes, con una lámina de agua, creando un microclima fresco y agradable y ofreciendo luz natural y aire limpio a las estancias interiores.

Las fachadas están protegidas de la insolación excesiva mediante persianas exteriores hacia el Este, pantallas verticales al Oeste y aleros horizontales hacia el Sur, situados al lado y sobre las ventanas.

Todos los espacios interiores disponen de iluminación natural debidamente controlada, permitiendo que el sol entre directamente muy pocas horas del día y nunca en verano. Además, los huecos están colocados de tal forma que inducen la ventilación natural.

El semi-enterramiento de los dormitorios aprovecha la gran masa de la tierra que actúa como amortiguador térmico y mantiene estable la temperatura de esta zona de la casa.  Los dormitorios quedan expuestos al jardín que da hacia el noreste, la orientación óptima para estas estancias.

La ubicación de la piscina en la azotea contribuye a la amortiguación del sobre-calentamiento de esa zona de la casa, utilizando de nuevo las propiedades térmicas de la masa de agua que mantiene una temperatura agradable gracias a los procesos continuos de evaporación y radiación nocturna. La cubierta, además de tener un fuerte aislamiento térmico, queda protegida por pérgolas y toldos.

Para completar el acondicionamiento térmico pasivo se aislaron las paredes exteriores, se utilizaron solo ventanas con rotura de puente térmico y doble acristalamiento y se instalaron sistemas de iluminación eléctrica basados en tecnología LED.

 

FICHA TÉCNICA

Casa TEC 205
Ubicación:
Monterrey, México
Proyecto: Moneo Brock arquitectos
Superficie parcela: 738 m2
Superficie jardín: 398 m2
Superficie cubierta: 673 m2
Año: 2018
Photos: Adrian Llaguno

 

EL ESTUDIO
Moneo Brock es una firma internacional de arquitectura, planeamiento y diseño, con profesionales comprometidos con las soluciones sustentables. Belén Moneo (Harvard, 1988) y Jeffrey Brock (Princeton, 1985) obtuvieron en 1991 el Máster de Arquitectura en la Universidad de Arquitectura, Urbanismo y Restauración de la Universidad de Columbia en Nueva York. Fundaron Moneo Brock en 1993 en Nueva York, cuando colaboraron profesionalmente por primera vez en la realización de un loft en Tribeca. Manteniendo lazos con Nueva York, el estudio abrió su oficina principal en Madrid en 2002. “Cuando comenzamos a trabajar, el entorno natural y urbano se estudia cuidadosamente, así como la selección de materiales y el desarrollo de los detalles constructivos, para que se respete la idea fundamental que subyace al proyecto”, destacan. Actualmente, el estudio está desarrollando proyectos en España, EEUU, México y República Dominicana. Su trabajo ha sido publicado en diversos medios internacionales.

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