La capital española es muy amable a la hora de recorrerla ya que es muy fácil caminar por sus barrios y las líneas de Metro conectan toda la ciudad.
Día 1.
Nada mejor que comenzar el recorrido por el punto neurálgico de la ciudad: la Puerta del Sol. El kilómetro cero de la ciudad. Tras tomar algunas fotos en la estatua del Oso y el Madroño, un símbolo representativo de la ciudad, tomar la calle Arenal para conocer el Teatro Real, conocido también como la Opera.
Enfrente está la Plaza de Oriente y detrás el Palacio Real. Si te place se puede hacer una visita guiada o visitar la Catedral de Almudena, el edifico religioso más importante de la capital española.
Por la calle Mayor, llegarás a la Plaza Mayor y si continuamos por la misma, nos adentramos en el Madrid de los Austrias. Necesitaremos al menos dos horas para recorrer las calles más antiguas de la ciudad y ver cómo era la capital en los siglos XV, XVI y XVII, con vías estrechas, edificios palaciegos y coquetos tejados de pizarra. Una zona ideal para comerse un tapeo.
Por la calle Preciados, llegarás a la Gran Vía. Donde se encuentran muchísimos teatros y tiendas.Tomando la calle Ferraz, te encontrarás el Templo Debod, un regalo de Egipto que cuenta con más de 2200 años de antigüedad, recorrer sus jardines.
Tras volver a descansar un rato al hotel, reponé fuerzas porque Madrid también tiene mucha marcha nocturna. No dejes de degustar de un tapeo o de alguna comida étnica por el barrio Lavapiés. Muy característico por su diversidad cultural.
Día 2
En la estación del Metro Banco de España, podrás visitar a Fuente de Cibeles. Si caminás por el Paseo del Prado verás el edificio de la bolsa de Madrid y el monumento de los cáidos por España. Avanzando algunos pasos más por el Paseo del Prado se puede observar el Hotel Ritz y Palace. Entre ambos se encuentra la majestuosa Fuente de Neptuno. A pocos metros de ahí está el Museo del Prado, uno de los mejores museos de la ciudad donde se puede admirar obras de El Greco, El Bosco, Goya y Rubens.
Por la calle de Alfonso XII, ingresás al Parque del Buen retiro, el pulmón botánico más grande la ciudad. Dar un paseo –tiene 125.000 hectáreas- por el estanque central y el maravilloso Palacio de Cristal. Saliendo del parque, por la calle de Alfonso Xillegaréis verás la Puerta de Alcalá. Es hora de reponer fuerzas y llega el último esfuerzo; caminar unos 20 minutos hasta el barrio de las Letras, una zona perfecta para entregarte a las cañas y al tapeo. En la plaza de Santa Ana, calle Huertas y aledaños despedimos el viernes. En la estación de Metro, Paseo de Recoletos te adentrarás en la zona de Salesas-Chueca para darte un baño de modernidad y de vida. Estos barrios, siempre de moda, son el rincón perfecto para decir ‘hasta siempre’ a una ciudad brillante, cosmopolita y llena de vida que no para de abrir sus brazos a propios y extraños.
Tené en cuenta
*Si tus 48 horas en Madrid cae en domingo, no dejes de ir por la mañana temprano a la faceta más relaja y cosmopolita de la ciudad. El Rastro, el famosos mercado de la capital. Te conviene bajar en la parada Embajadores (también podes acceder desde La Latina o Tirso de Molina) y dedicarle al menos dos horas a pasear entre puestos de antigüedades, ropa, compra y venta de libros, juguetes, productos artesanales.
*En toda España es obligatorio que el menú del mediodía incluya entrada, plato principal, postre y bebida por 12 ó 13 euros. Así que comer es relativamente económico.
*Si sos un amante del arte, no dejes de visitar el Museo Reina Sofía (donde está el Guernica y obras de Miró, Kandinsky, Dalí, Tàpies o Antonio López.) ó Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, con una colección que abarca del Renacimiento italiano a la Europa de posguerra.
Hay horarios en los que se puede ingresar en forma gratuita.