La firma IKEA, desarrollo Gunrid, una cortina purificadora de aire recubierta con una superficie a base de minerales que descompone los contaminantes comunes. La superficie de la tela se trata con un mineral fotocatalizador que se activa con la luz y descompone los contaminantes comunes como los malos olores y el formaldehído.
La tecnología funciona de manera similar al proceso que realizan las plantas durante la fotosíntesis para convertir en oxígeno el CO2 ( dióxido de carbono).
Aunque estas cortinas son el primer producto a las que se aplica, este procedimiento puede añadirse a cualquier tipo de textil. Las posibilidades de uso en los hogares serán prácticamente infinitas ya que podría aplicar a todos los tejidos y de esta forma mejorar el aire que respiramos y la contaminación interior con la que vivimos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 90% de la humanidad respira aire contaminado. Algo que tiene una relación directa con 4,2 millones de muertes al año. Sin embargo, existe otro tipo de polución llamada contaminación interior, mucho menos conocida pero igual de dañina. Se trata de aquella que se atrapa dentro de nuestras casas y con la que tenemos que vivir sin que lo queramos.
Gunrid saldrá a la venta en 2020 pero este no es el primer paso de la firma sueca en pos de purificar el aire.
La empresa ha reducido sus emisiones contaminantes y va eliminando gradualmente el uso de químicos peligrosos como por ejemplo convertir los residuos de paja de arroz resultantes de la cosecha de arroz, y que normalmente son quemados contribuyendo a la contaminación, en materiales renovables para la marca de muebles.