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23 de septiembre, 2019

Cenar en el Museo

El arte y la gastronomía unidos. Un recorrido por los restós y bares de los centros de arte más importantes de Europa. Algunos de ellos son muy accesibles y es un imperdible a la hora de visitar una ciudad.

El restaurante Nubel en el  Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía en Madrid  es una propuesta moderna, innovadora y destinada a acoger a todos los públicos y nacionalidades en un espacio cálido y acogedor. Sin perder el foco en la tradición gastronómica española, la carta resalta el producto de alta calidad como mejor embajador de la dieta española. El restaurante se ubica en la ampliación del museo diseñada por Jean Nouvel (de ahí, el nombre). La propuesta combina una cocina abierta todo el día con eventos gastronómicos, música en directo, DJ set y más iniciativas de corte internacional. La carta varía con las horas porque la cocina abre desde las 9 de la mañana a las 02:3o am bajo la batuta y creatividad del chef Javier Muñoz Calero.

En Bilbao en el Museo Guggenheim,  en un edificio anexo, se encuentra Nerua, un pequeño restaurante de once mesas a cargo del chef Josean Alija. Con la investigación como principal herramienta, el chef –que tuvo que reaprenderlo todo tras sufrir un accidente en moto en el año 2000 que le afectó el gusto y el olfato- construyó una cocina de vanguardia con raíces norteñas, mucha verdura y productos del mar que despliega en cuatro diferentes menués y que ha merecido una estrella Michelín.

En París se dice que las mejores vistas de la ciudad no son las de la Torre Eiffel, precisamente porque desde allí arriba no se ve la Torre Eiffel. Por eso una gran opción es ver comer en George (nombre de pila del ex presidente francés Pompidou), el restó que se encuentra en el sexto piso del Centro Pompidou.
Si bien no es famoso por su cocina, su menú es bastante normal vale la pena por su panorámica y diseño. La arquitectura ha sido realizada por Dominique Jacob y Brendan McFarlane, que han conseguido crear un interiorismo chic-industrial que combina a la perfección con el museo de arte contemporáneo donde está situado. Las paredes de cristal encierran las mesas y sillas blancas en una especie de mega loft futurista. Se han creado además diferentes ambientes en el restaurante, colocando unos enormes «dientes» de aluminio blanco que sirven de salitas individuales. Las paredes interiores son rojas, naranjas o amarillas, unos colores cálidos que consiguen crear una atmósfera de relax muy interesante.

Tambén en la ciudad luz se encuentra Monsieur Bleu, una neo-brasserie chic instalada en la planta baja del Palais de Tokyo . En su interior, encontrarás una sublime sala art déco con mármol, doraduras y mesas lacadas negras.
Afuera, una terraza, sobre el mismo nivel y con vista sobre el Sena y la tour Eiffel. En los platos, una cocina sencilla a base de productos tradicionales.

La obras de Klimt y Caravaggio decoran la monumental sala con cúpula del The Café & Restaurante del Museo Kunsthistorisches de Viena, donde se puede cenar bajo a mirada de a la La boda campesina de Bruegel.

Inaugurado originalmente en 1927, el restaurante Rex Whistler en el Tate Museum de Londres, fue descrito como «La habitación más divertida de Europa», debido a su mural especialmente encargado. Posee una galardonada lista de vinos y menús británicos de temporada rodeados por el Mural de Rex Whistler’s . Fue el sitio de intriga política y social a lo largo de las décadas, además de ganar una reputación por tener una de las mejores bodegas de la capital.