“Como la gran obra de William Shakespeare, en este departamento todo se prepara para la vida de a dos”, cuenta la diseñadora Grace Devecyan sobre su espacio en la reciente edición de Estilo Pilar. A partir del lema que dio nombre a la muestra, “Viví tu sueño”, se trabajó la idea de idilio y paraíso, inspiración y romance. A Julieta la pensó como una ex bailarina clásica, enamorada de una disciplina que la acompañó durante su vida y que la invade de recuerdos. A Romeo, como un erudito del savoir vivre; amante de la música clásica, la ópera y el buen vino. “Las sensaciones que surgen a partir de la trama que inspira esta historia se plasman con delicadeza en los rincones de una puesta en escena donde predominan la madera y el hierro, los linos y el terciopelo”, señala Devecyan. La paleta es sepia y las texturas suaves, la inspiración, la literatura y la música. Entre ellos, un juego de dualidad y comunión.
Todos los espacios juegan con un mismo concepto: volver posible lo imposible, conjugar las diferencias y animarse a las combinaciones osadas. Rosa y negro, que acá conviven a la perfección; hierro y madera; espejos añejados y mimbre; terciopelo, flores y rayas, todos elementos que mantienen un diálogo elegante, armónico y sutil.
En el estar y el comedor, que forman un espacio común, la amplitud del sillón, el tamaño de la mesa y el estilo de las sillas hablan de gente que disfruta del encuentro y suele recibir en su casa. Todo está pensado para el deleite, desde la barra junto a la chimenea falsa, o las lámparas de pie con luz puntual que invitan a la lectura.
La cocina al principio estaba integrada a la recepción, pero finalmente quedó visualmente separada por un tabique de hierro y vidrio repartido con bibliotecas que guardan vajilla, hierbas aromáticas y libros de cocina. Las persianas americanas de varillas de madera ocultan, cuando es necesario, los artefactos y alacenas y suman calidez y armonía visual.
El dormitorio principal es el mundo privado de Julieta, es su escape, por eso cuenta con un rincón dedicado al relax, con detalles que le dan personalidad al espacio: las obras de los artistas Vero Gatti y Guido Ferro, las fichas de scrabble convertidas en un hecho artístico, las texturas de los accesorios, las flores del throw del pie de cama, el toile de jouy del sillón, más el contraste del camino a rayas blanco y negro y las lámparas modernas.
Si el dormitorio destila femineidad, el escritorio está planteado en clave masculina, con paredes y techo entelados –para una mejor acústica, que permita disfrutar de la música– y un sillón de dimensiones generosas, para el confort y el descanso.
El balcón cuenta con una mesa de tamaño casi maximalista que exhibe una colección de suculentas. Un toque osado: la obra pintada con tiza, de Vero Gatti, sobre una pared pizarrón, que también habla de lo efímero de la vida. El gran género rayado del toldo también remite al telón teatral y enlaza con la gran obra que inspiró este espacio.