Cuando empiezan a aflorar los primeros dientes, es normal que el niño esté incómodo y fastidioso debido a la inflamación de las encías y el malestar que esto ocasiona. Si bien, no existe una “fórmula mágica” para calmarlo, los especialistas sugieren:
* Facilitarle mordillos adecuados y blandos.
* Darle el chupete –uno chato, para que no le deforme el paladar– mojado en jugo fresco de manzana.
* Alimentarlo con comidas blandas y frías como compota de manzana o yogur (si su bebé esta comiendo alimentos sólidos)
* Ofrecerle bebidas frescas.
* Limpiar regularmente la cara de su bebé con un pañito suave para quitarle el exceso de babas y evitar que se le irrite la piel.
* Masajear suavemente con la yema de un dedo limpio en las encías.
* Si esta muy inquieto, darle un baño. El contacto con el agua calentita le relajará y calmará su malestar.
Si las molestias no ceden con estos métodos caseros, consultar con el pediatra para que le recete un analgésico adecuado para el bebé.