* En primer lugar, es fundamental buscar referencias tanto del profesional seleccionado como del centro médico en el que trabaja.
* Averiguar si la clínica donde se desempeña el cirujano atiende obras sociales o prepagas importantes: ello significa que pasó por muchas auditorias exigentes en cuanto a la trayectoria y al profesionalismo.
* El cirujano tiene que conocer y poder realizar la misma cirugía a través de distintas técnicas.
* La operación debe efectuarse en un contexto y entorno de máxima seguridad. Por ejemplo, tiene que haber un monitoreo cardiológico, un anestesista y la utilización de materiales estériles. Además, previamente debería pedir un examen prequirúrgico.
* El lugar donde se lleven a cabo las cirugías debe estar debidamente habilitado por el Ministerio de Salud de la Nación.
* El cirujano no se tiene que manejar exclusivamente con una marca de insumos, ya que podría estar viciado comercialmente. Si bien puede tener preferencias por alguna, en base a características técnicas, debe ofrecer la posibilidad de utilizar todo lo que se encuentra disponible y aprobado en el mercado.
* Es fundamental confirmar que está usando materiales de buena calidad. Por ejemplo: en el caso de las prótesis mamarias, el paciente debe solicitar el certificado de implante y la tarjeta de garantía de las prótesis.
* Desconfiar de los lugares o avisos que prometen una cirugía a un precio demasiado económico que ni siquiera cubre el costo básico.
* También, es muy importante que el paciente sea sincero en la charla con el profesional y que sepa a qué se está sometiendo ya que eso garantiza un buen resultado.
* Un buen profesional sabe decir que no cuando el paciente está pidiendo algo imposible.
Texto: Florencia Romeo.
Asesoró: Dr. Martín Moyano Bradley, especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva, director de Estética Buenos Aires. MN 108.224.