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16 de septiembre, 2016

Menos azúcar, más bienestar

Amamos los dulces, pero sabemos que son nocivos no solo para la dentadura, sino también para la salud, además de que nos regalan kilos de más. ¿Podemos sustituir el azúcar e igual sentirnos felices?

 

La diabetes que se combina también con la obesidad y todas las enfermedades derivadas de ellas, tienen un gran enemigo: el azúcar.

Los chicos además se engolosinan con lo dulce, piden caramelos, chupetines  y más… y eso no mejora ni su salud, ni su alimentación ni su dentadura.
También comemos dulces por ansiedad, porque probar uno nos lleva al otro y es fácil perder el control.

 

¿QUÉ HACER?
Para la nutricionista holística Kelly Le Veque, el secreto está en cortar con los sistemas de recompensas  a través de la comida y guardar para el festejo ciertos momentos especiales, aunque lo mejor es no consumir dulces en ningún momento del día, la semana o el mes. Claro que esto suena más fácil de lo que realmente es.  Pero hay algunos trucos que pueden ayudarnos a bajar el consumo de dulces. “Comer alimentos con fibras enlentece la absorción del azúcar y ayuda al balance en el flujo sanguíneo”, comenta la nutricionista.

Asimismo, aconseja no comenzar el día comiendo algo que contenga azúcar porque de ser así, estaremos deseosos de comer más y más azúcar durante el día. Y también recomienda practicar running o yoga, según el gusto de cada uno, para bajar los niveles de ansiedad y estrés que llevan a comer dulces.
Claro que si el deseo por algo dulce es inevitable, conviene apelar a una golosina poco dulce como el chocolate amargo ç con fibras, por ejemplo, almendras. Pero, sin aún así el deseo de “algo dulce” es muy fuerte, recomienda también darse el gusto con la golosina preferida, pero siempre antes de comenzar una rutina de gimnasia o actividad física, de modo que los músculos tomen la insulina y la conviertan durante la sesión de gym en energía y no en glucosa almacenada.

Y, por último, señala: a menor cantidad de azúcar que se consuma, menor será el deseo de volver a consumirla. Este es un gran principio para comenzar a comer saludablemente.

 

LOS SUSTITUTOS DEL AZUCAR
Varias son las sustancias que podemos usar para sustituir el azúcar y poner el toque dulce, allí donde es preciso y sin ganar calorías. Si bien están en la lista de los admitidos por la FDA (Food Drug Association) de los Estados Unidos, destacamos las características de cada uno.

* Aspartamo. Este edulcorante, descubierto en 1965, se distingue del resto de los edulcorantes de bajas calorías en cuanto a que el organismo puede descomponer sus componentes: aminoácidos, ácido aspártico, fenilalanina y una cantidad pequeña de etanol, elementos que pueden encontrarse en otros alimentos. Es unas 200 veces más dulce que el azúcar.  Y a diferencia del azúcar, no contribuye al desgaste dental. Tampoco eleva los niveles de azúcar en sangre.  Se lo puede encontrar en muchos alimentos y bebidas procesados, tales como yogures, postres helados, tortas, golosinas secas goma de mascar y bebidas sin alcohol. También se lo usa como endulzante de café o infusiones. Además, puede estar presente en algunos medicamentos como suplementos vitamínicos o gotas para la tos.  No se debe usar como sustituto del azúcar en productos que se hornean porque se pierde su sabor. Convine saber, además, que no pueden consumir aspartamo personas que sufren de fenilcetonuria, una enfermedad más bien rara, porque quien la padece no podrá metabolizar la fenilalanina, que es uno de los ácidos que integran el aspartamo.
Aparte de esta advertencia, conviene señalar que el aspartamo está considerado como seguro por más de 100 estudios y desde 1981, la FDA lo ha instaurado como un aditivo permitido para alimentos y bebidas, ya que no se considera que produzca cáncer ni otras enfermedades. De todos modos, se recomienda usarlo con moderación.

* Sacarina. Fue descubierta hace más de un siglo y fue el primer edulcorante artificial. Es 300 a 500 veces más dulce que el azúcar y se suele usar para mejorar el sabor de dentífricos, alimentos y bebidas dietéticas. Contiene sulfato y nitrógeno y es un sustituto del azúcar sin calorías. Sin embargo, en algún momento se habló de que provocaría cáncer, aunque eso no está comprobado.

* Sucralosa. Descubierta por investigadores ingleses en 1976, la sucralosa es el único edulcorante no calórico derivado del azúcar y considerado libre de calorías. Es 660 veces más dulce que el azúcar. Esta propiedad, sumada a la estabilidad que presenta con el calentamiento, hace que se use como sustituto del azúcar en prácticamente cualquier tipo de alimento (más de 4000 productos). Es mínimamente absorbido por el cuerpo y en su mayoría se elimina del organismo sin modificar. Las cuestiones relacionadas con la seguridad giran alrededor del concepto de que la sucralosa pertenece a un grupo de químicos llamados «cloruros», de los cuales algunos son tóxicos o carcinógenos; sin embargo, la presencia del cloruro en un compuesto orgánico no asegura la toxicidad. La forma en la que se metaboliza la sucralosa sugiere bajo riesgo de toxicidad. Se considera segura para todos los segmentos de la población, incluso en personas con problemas crónicos de salud, como la diabetes.

* Acesulfamo K. El acesulfamo de potasio es un edulcorante no calórico con sabor dulce, claro y rápidamente perceptible. Tiene gran estabilidad a altas temperaturas y alta solubilidad. Fue aprobado en 1998 por la FDA para el uso en bebidas no alcohólicas y en 2003 se permitió el uso general. Un cuerpo de científicos que asesora a la Organización Mundial de la Salud, el Joint Expert Committee on Food Additives (JECFA), revisó los datos disponibles sobre el acesulfamo K y sostuvo que es seguro.

Neotamo. Es un edulcorante no calórico derivado del dipéptido conformado por los aminoácidos ácido aspártico y fenilalanina, relacionado químicamente con el aspartamo, pero 40 veces más dulce (y 8000 veces más dulce que el azúcar). A diferencia del aspartamo, el neotamo es mucho más estable, lo que permite su uso en alimentos cocidos. Se usa principalmente en alimentos de bajas calorías, pero también se puede utilizar como agente saborizante en otros productos. Si bien la FDA aprobó su uso en 2002, su empleo es relativamente infrecuente.

 * Stevia/rebaudiosida A. La stevia deriva de la planta sudamericana Stevia rebaudiana, usada durante siglos para endulzar bebidas y hacer té en Paraguay, de donde proviene. La rebaudiosida A es un compuesto presente en la planta que posee sabor dulce. Los glucósidos de esteviol cumplen con los criterios de pureza establecidos por el JECFA. Los estudios clínicos demostraron que no posee efectos sobre la presión arterial o la respuesta a la glucemia, lo que indica que el uso de estos edulcorantes en personas con diabetes es seguro. Los estudios recientes sobre la ingesta, el metabolismo y la toxicidad en seres humanos apoyan el uso de stevia como edulcorante. Algunos investigadores independientes concluyeron, a partir de los datos publicados, que estos edulcorantes son seguros para las personas de todas las edades en una ingesta diaria aceptable de 4 mg/kg de peso corporal (expresado como esteviol). La stevia tiene muy baja toxicidad aguda y no parece causar reacciones alérgicas asociadas.

 

Fuente: Laboratorios Bagó.